miércoles, 18 de enero de 2017

¿A QUÉ SUENA REALMENTE TU VIDA?

Si fuésemos capaces de escuchar el sonido de la vida, desde que pensamos en el día que arranca y hasta que anochecen las esperanzas, te diría que coincidiríamos en que la vida necesita un "arreglo musical", porque cada cuál tiene su propia versión de la vida y porque todo es mejorable, porque las notas están desafinadas -en algunos casos- o desbordadas, en otros.

La vida suena a distancia para muchos, porque los sentimientos no pueden estirarse más allá de lo que da la ropa, aunque se quisieran alargar los besos y los abrazos, dejar que las palabras de aliento surquen los mares y océanos y que los guiños se los lleve el viento en un sobre bien cerrado, para un sólo destinatario.

La vida suena a dolor, porque la soledad se vive con angustia cuando se siente persecución o menosprecio, cuando el abandono es el sello de identidad o el aislamiento se ha convertido en el pan de cada día, el refugio es un estilo de vida acomodado porque todos lo desean así y los zapatos rotos son parte del atuendo de quien no tiene patria ni recuerdos inmediatos que contar a los nietos.

La vida suena a pisadas, porque las huellas se borran debajo de la imposición de pisotones huecos que alguien deja en la arena para confundir los caminos, aunque el caminante siga dejando sus propósitos en la intención de seguir caminando.

La vida suena a despedida y algunos ya no tienen motivos ni fuerzas para caminar, escondiendo sus saludos en la agonía de momentos cada día más rotos y deshilachados.

La vida suena a diferencias y las personas se reconcilian consigo mismos, por miedo a entrelazar sus propuestas de vida con otros, por miedo a la acogida o desprecio de los hábitos, inaceptación de sus valores o desencanto con las fronteras agujereadas por las filas de seres humanos que van y vienen, buscando donde vivir aceptados, a pesar de lo que los distingue por condición o naturaleza.

La vida suena a nombres, con abolengo de apellido y limosnas que se recogen por doquier, a límites fronterizos cargados de quienes no saben a dónde ir y estruendos que anuncian que las palabras de unos pocos no pueden parar los conflictos de los demás.

La vida suena a embustes disfrazados y a miseria encubierta, a convicciones fratricidas y a hambre consentida, a más voluntarios que voluntades y más sobras que platos calientes, a niños que crecen en un mundo de adultos desesperados y a adultos que ya no quieren volver a ser niños, a abuelos abandonados y nietos que pronto olvidan, a momentos en los que se está perdiendo el saldo de cariño y diálogo y a silencios que inician el camino del odio.

La vida suena a tanto distinto y distante que me he propuesto hacer un vídeo sobre el tema y lo dejo para que puedas verlo, leerlo, dialogarlo y criticarlo, si te apetece. Lo encontrarás en  https://www.youtube.com/watch?v=2_VILty8eMs

Tu amigo, que nunca te falla, pretende que le dediques un minuto a lo que te puede estar refrescando el amor por la vida toda una vida, porque hay que aprender y enseñar que "la vida solo debe sonar a vida" y que cuando desafina es porque se está afectando y comprometiendo la vida de los demás.

Tu amigo que nunca te falla


JUAN 


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