domingo, 7 de junio de 2015

SI PUDIERA...

Si pudiera llegar a ser una persona que pueda comer momentos de esperanza porque en este mundo se queme el odio y las cenizas permitan brotar chispas que den lugar a relaciones más honestas y complementarias.

Si pudiera ser un ser humano que pueda ver cómo se alejan los apelativos y calificativos más cargados de injurias y alcancemos todos la oportunidad de reivindicar nuestra propia razón de ser como hermanos.

Si pudiera tener la oportunidad de ser uno más entre los más necesitados de presencia y compañía para que me transforme en un revolucionario frente a los despojos de miradas que arruinan la existencia de quienes no alcanzan a tener voz en una sociedad de desiguales.

Si pudiera considerarme un afortunado por atravesar el río de las diferencias, mojándome de calumnias y sinsabores húmedos, para colgarlos al sol y ver cómo se secan las provocaciones y las intenciones denigrantes.

Si pudiera quedarme quieto y observar a cuantos creen que son capaces de llegar a donde lo consideren oportuno, perdiendo el apoyo de los demás, para que comprueben en propia carne que las aspiraciones se construyen a partir de un impulso multitudinario de quien se convence que ese es el camino más correcto y donde nunca ha encontrado desilusión ni angustia.

Si pudiera convertirme en el último de los hermanos y reconocer si las sobras son el pan de cada día y los sueños se deben supeditar a las manías de los mayores.

Si pudiera transformarme en un domador de mis arrebatos y aprender a apaciguar el dolor lanzando garras al aire para arañar ese vacío que tanto daño hace a quienes no tienen nada más.

Si pudiera volver a las raíces de mis objetivos y forjar una actitud más solidaria, saboreando la enseñanza de los demás que buscan en mi un ser humano transformado y acondicionado al espíritu de mi generación más reaccionaria.

Si pudiera sentir el calor de la paz en el tumulto y la brisa de la honda agonía en el silencio, donde se descubre la verdadera valentía en los seres humanos.

Si pudiera arrinconar mis pesadillas y aliarme con mis sueños no soñados, esas verdades que escondemos y reprimimos, para que los sueños se tiznen de verdad,  color esperanza.

Si pudiera oler la tierra recién cultivada y la calle recién mojada, para que aprenda a integrar en mi vida todo lo que sale impregnado a naturaleza pura y sin impacto.

Si pudiera correr y discurrir como el río que no tiene cauce, buscando que el torrente salve escollos y pedruscos, aunando las fuerzas de las gotas para erodar la tierra más dura y pedregosa.

Si pudiera vestirme de payaso y alegrarme con la alegría más infantil y la carcajada más madura, porque llegó el mensaje en forma de sonrisa.

Si pudiera almacenar agua en mi interior como el recipiente que recoge el agua de manantial, con la frescura y pureza de la tierra que soporta su libre tránsito, desprendiendo salpicaduras de humedad y tolerancia.

Si pudiera atender a mis impulsos como las miradas se ajustan a la luz del día, cerrando y abriendo compuertas para que dejen pasar lo inocuo y estrechen el paso de lo dañino.

Si pudiera aprender a ser yo mismo, sin nubarrones ni tormentas, porque el cielo tiene que expresarse a través de nuestro comportamiento.

Si pudiera ser el que otras personas necesiten para cargarse el depósito de sosiego y reflexión, porque es el único camino para transformar la realidad que nos abrume y acongoje, la que nos condicione y explote, la que nos duerma y agote.

Tu amigo, que nunca te falla.


JUAN

martes, 2 de junio de 2015

SOY MEJOR SI PIENSO EN TÌ

Va a cumplirse el primer año desde que nos dijiste "adiós" para siempre y quiero decirte, papá, que "soy mejor si pienso en ti",  porque así entiendo que nunca hubo una despedida definitiva y seguimos mirándonos y hablando, como lo hacíamos después de la siesta de los veranos, con un buen vaso de gazpacho fresco en la mano y brindando por muchos cumpleaños como aquellos.

"Soy mejor si pienso en ti" y en tu soledad, por eso creo que alguien te pondrá los canales que te gustaban y podrás ver al "hombre del lápiz" para planificar tus jornales del día siguiente y levantarte temprano para mirar al cielo y agradecer algunas gotas de agua que también venían del cielo, como los abrazos que me das hasta el día de hoy.

"Soy mejor si pienso en ti" y en tus paseos por las rondas que debe haber donde descansas en paz, porque también te encontrarás con los amigos que Dios va llamando para que entre vosotros os contéis los chascarrillos propios del pueblo y su vida diaria.

"Soy mejor si pienso en ti" y el peso de esos años que se cumplían cada vez con más dolor y carga, arrinconado por cualquier malestar y buscando el abrigo de las nagüillas y la candela, mientras se veía pasar a la gente por la ventana del comedor.

"Soy mejor si pienso en ti" porque sé lo importante que es la Universidad de la familia a pesar de los títulos que se tengan y la trascendencia de los consejos a pesar de las experiencias vividas.

"Soy mejor si pienso en ti" porque sé que llevabas la Iglesia en tu interior, así como yo la llevo también hoy y se te llenaba la boca hablando de los tuyos como a mí se me llena hablando de ti.

"Soy mejor si pienso en ti", aunque no estoy seguro si habrá que ir bien vestido por las avenidas del cielo o manteniendo la prudencia conduciendo algún vehículo de esperanza en el que sigues los movimientos de todos los tuyos para que nunca nos pase nada y por eso nos sentimos tan vigilados y protegidos sin ver a nadie a nuestro alrededor.

"Soy mejor si pienso en ti" y espero que tengas quien te de las pastillas que sigas necesitando, las que te ponía mamá delante del plato y que, donde te encuentres, también necesitarás de esas càpsulas que deben estar hechas de ilusiones por vernos con ganas de luchar y seguir batallando por ti.

"Soy mejor si pienso en ti" y en los espacios que ocupabas en la casa, en tu sillón escogido y tu sitio en la cama, en tu silla preferida en la cocina y en tu espacio del tranquillo, para saludar a todos los que pasaban por la calle y aprovechar para arrebatarle una colilla al paquete y seguir inhalando humo de estar vivo porque era tu mejor aliado y tu incondicional enemigo.

"Soy mejor si pienso en ti" porque así también pienso en mamá y su coraje, ese sabor a casa que lo hace con sus manos benditas y los pasos que balancea, los mismos que daba cuando iba a darte una vuelta para saber cómo estabas a toda hora.

"Soy mejor si pienso en ti" porque así también pienso en mis hermanos y sé que estamos unidos por la herencia del compromiso con el ejemplo y la tristeza compartida de tu marcha , aunque haya sido a un lugar más tranquilo y silencioso.

"Soy mejor si pienso en ti" porque espero seguir haciendo todo en esta vida para que siempre te sientas orgulloso de mi y mis actitudes, imaginándome esa cara de alegría que ponías cuando sabías que habíamos dejado todo el empeño para que el cariño y los besos brotasen desde el alma.

"Soy mejor si pienso en ti" porque también tendrás que vivir todas las estaciones y te pondrás ropa de entretiempo, porque habrá algún cine para que disfrutes de las corridas de toros y porque ya serás parte de una peña de fútbol.

"Soy mejor si pienso en ti" y por eso te seguiré escribiendo cartas aunque pase el tiempo, porque quiero que sepas que nunca nos olvidaremos de ti.

Gracias por todo lo que hiciste siempre por todos nosotros en la casa y sólo por eso, que no es poco, "seguiré siendo mejor, cada día de mi vida, si sigo pensando en ti".

Un abrazo grande. Tu hijo


Juan.