lunes, 27 de mayo de 2019

QUE BUENO CONOCER ANIMALES ASÍ


Es una suerte del destino conocer gente que aplaude la gestión del otro, porque reconoce una verdad intrínseca y porque, sin decirlo, ha aprendido de la trayectoria de vida de quienes estuvieron a la altura de sus propósitos.

Es grandioso saludar a cuerpos anónimos que se disponen a hacer algo por los demás, sin dar su nombre, preguntar lo que hacían en ese lugar o si alguien miraba su gesto.

Es maravilloso escuchar un aplauso para impulsar un gesto que quizás pudo haber pasado desapercibido, porque en el elogio verdadero, con el alfabeto del alma, está el reconocimiento de una actitud verdaderamente única.

Es ejemplar el arrebato de quien se olvida de sí mismo y se lanza a la aventura, no siempre esperanzadora, de salvarle la vida a alguien que clama auxilio y no sabe dónde agarrar sus propósitos para salir a flote y descubrir el color de la vida, en un mar de incertidumbre.

Es hermoso sentir el apoyo desinteresado de quien sólo espera que cambie el color de tus expresiones, porque te percates que has encontrado al artífice de un cambio en tu vida, sin haberlo llamado ni solicitado por los medios sociales.

Es gratificante que tu sombra encuentre otra amiga y que sus conversaciones determinen un abrazo, porque sólo las miradas dieron respuesta a las necesidades que aún no se habían planteado.

Es virtuoso que un recién nacido te lance una voz de aliento en momentos de desamparo y que su quejido te ayude a reconocer, en tu silencio, lo que siempre te preocupó y no supiste digerir tus incertidumbres ni odios.

Es luminosa la tarea del pájaro que te despierta siempre a la misma hora, buscando la satisfacción de una presencia que no es amenazante para su vuelo.

Es entrañable la actitud agradecida de una mascota que sólo pide un rato para jugar y alegrarte la vida, aprendiendo en el empeño a responder a tus preguntas, porque te olvidaste de las envidias y aprendiste a acariciar tus regalos más profundos, los que aún no diste desde el corazón.

Es insustituible la visita que hacemos a quienes nunca nos reconocerán ni abrazarán, porque en el desprendimiento estará siempre sembrada la semilla del orgullo de ser ciudadano de un mundo de diferentes, con un corazón que late al unísono.

Es señorial descubrir en el lenguaje de los signos la presencia de un mensaje que va y viene, pudiendo comprender cada párrafo si descubres la esencia de una sonrisa.

Es inigualable un abrazo compartido, cuando te sientes rodeado de tanta entrega que atrae tu corazón y empieza a latir a tu alrededor.

Es incomparable encontrarse con animales así en tu vida, porque es entonces cuando te sientes humanizado por las actitudes de los demás animales y animalizado por el humanismo de otros seres vivos.

Tu amigo, que nunca te falla



JUAN

lunes, 20 de mayo de 2019

¿QUÉ BUSCAS EN LA VIDA?



Hay quien busca fama y ubicar su nombre y apellidos muy por encima del de los demás
Hay quien busca satisfacer una necesidad que nunca llegó a colmar.
Hay quien busca satisfacer sus instintos de supervivencia.
Hay quien busca aprender a vivir.
Hay quien busca reconocerse como un ser humano, vivo.
Hay quien busca el prestigio de haber aportado con algo para el bien de la humanidad.
Hay quien busca pasar de largo por esta vida
Hay quien busca placer sin medida.
Hay quien busca pasar desapercibido.
Hay quien busca el dolor, para sentir un bienestar inmenso.
Hay quien busca escapar constantemente.
Hay quien busca comprar el boleto de ida.
Hay quien busca consuelo permanente.
Hay quien busca el apoyo de los demás.
Hay quien busca un momento de suerte
Hay quien busca sentirse sano, por encima de cualquier cosa.
Hay quien busca la soledad más triste.
Hay quien busca llorar en silencio.
Hay quien busca recuerdos para alimentar su existencia.
Hay quien busca la alegría de los demás.
Hay quien busca la mentira, como modo de vida.
Hay quien busca hacer daño, sin sufrir en el intento.
Hay quien busca compañía a diario.
Hay quien busca conversación
Hay quien busca ir detrás de su propia sombra
Hay quien busca saciar su hambre atrasada
Hay quien busca poner nombre a las cosas
Hay quien busca a alguien que le llame por su nombre
Hay quien busca un momento de paz
Hay quien busca mirar sin barreras
Hay quien busca gritar por sus derechos
Hay quien busca un poco de dignidad
Hay quien busca un minuto sin guerra
Hay quien busca que nadie lo discrimine
Hay quien busca ser líder
Hay quien busca sólo un aplauso
Hay quien busca que los animales le hablen algún día
Hay quien busca los secretos de un rocío
Hay quien busca acudir a una biblioteca
Hay quien busca aprender a enseñar
Hay quien busca ser feliz
Hay quien busca llorar sin fin
Hay quien busca interpretar lo que ve y escucha
Hay quien busca morir por los demás


Y tú... ¿Qué buscas en esta vida?

Tu amigo, que nunca te falla


JUAN

jueves, 2 de mayo de 2019

CREO EN UN NUEVO AMANECER


Creo en un nuevo amanecer 

Con el goteo constante de un rocío que refresque y despierte a la vida,
Que ilumine calles y veredas, sin espacio para las sombras;
Con flores que me hablen de la tierra donde el pájaro anida,
Sin despertar a ver los mismos troncos con inquilinos de alondras.

Creo en un nuevo amanecer 

En el que me sepa a himno el canto del jilguero,
Sin festejos por haber descubierto el secreto de la huella que siempre quiso;
En el silencio de los derechos respetados por el más simple arriero,
Sin tendencias, donde gane siempre el compromiso.

Creo en un nuevo amanecer 

Con un lenguaje común en las actitudes,
Que nos lave la cara y se lleve las palabras salteadas de envidia;
Que nos recuerden el sentido solidario de las verdades,
Sin símbolos que den miedo o ese respeto sumiso con olor a insidia.

Creo en un nuevo amanecer 

Sin herencias que legar ni traspasos que blindar,
Vistiendo harapos que se alejen de las modas impuestas;
Sin castigos ni carceleros, prisiones ni prisioneros que enfrentar,
Con D. Quijote de alcalde y Lorca de sereno en las noches tuertas.

Creo en un nuevo amanecer 

Con huellas por plantillas,
Con un solo mandamiento por deber;
Sin caminos ni mapas, senderos ni viaductos con anillas,
Con la música que tararee la lluvia que no has de beber.

Creo en un nuevo amanecer 

Donde el único reclamo sea el aplauso sincero,
Hablando con el vecino al recoger la basura;
Lleno de inventos en las miradas de los niños sin fuero,
En el que descubramos la mejor manera de sentir su locura.


Creo en un nuevo amanecer 

Oliendo a tierra fresca que me  llama al monte más cercano,
Sin imposiciones diarias ni calendario;
Sin preguntarte por el paso de los años en tu semblante hermano,
Procurando solo seguir aprendiendo de ti, sin horario.


Tu amigo, que nunca te falla





JUAN