viernes, 25 de octubre de 2019

CARTA A UN POLITICO


Hoy, a través de mi blog, quiero hacerte partícipe de la verdad que encierra mi libro "Carta a un político", redactado con el dolor de la vida misma y la caricia humanista a un momento de reflexión profunda.

Quiero que seas parte de ese vacío que se genera, previo al desahogo que te libera y este manual, a modo de carta, pretende ser el aire que necesitas para seguir inhalando aire fresco y en movimiento, el que da un momento de reflexión.

Es un modo sutil de tratar la rugosidad de los actos y transformarlos en momentos de verdad, con el desencanto "deshilachado por los acontecimientos" de alguien que se conmueve con las escenas más sencillas de la vida, como leer una voz de reclamo de poetas que ya no están, hacerse preguntas para construirse en las respuestas, descubrir lo que no se deja ver o manifestar un dolor, con el descalabro de unas palabras huecas lanzadas al vacío.

Es por esto que he dedicado seis meses de mi vida a una apuesta reflexiva, arropada con mi propia voz interior y diseñada desde el alfabeto del alma, con el que nunca se podrán cometer faltas de ortografía tan groseras.

Te dejo la dirección de mi vídeo promocional, el que he querido que sea dinámico, claro y concluyente sobre la realidad de mis sentimientos más cálidos y sensibles. Lo podrás encontrar en: https://www.youtube.com/edit?video_id=2mvzj9ZpeBE

Gracias por el tiempo dedicado y la impresión generada. No hay nada, con tanto valor, como una opinión compartida y una verdad manifestada.

Tu amigo, que nunca te falla



JUAN

viernes, 18 de octubre de 2019

EN ALGO ESTAMOS DE ACUERDO


Pueden existir discrepancias en el tono del color del pelo de cada quién, en su gusto por el arte o las expresiones de su corazón, pero los derechos debieran ser iguales para todos, por el simple hecho de que a todos vamos a exigirle con la misma vara de medir.

Pueden vislumbrarse diferencias en la forma de caminar o en el tamaño de la sombra de cada quién, pero las necesidades debieran ser iguales para todos y no se puede vivir mirando el derroche del agua en un extremo del planeta y la sequía de cuerpos famélicos en el otro.

Pueden analizarse las diferencias en el PIB, entre diferentes países de todos los continentes del mundo, pero es necesario establecer un criterio unánime en la consideración de todos los habitantes del mundo, sin importar el color de su piel ni la verdad maltratada de sus voces.

Pueden estudiarse las posibilidades económicas de las diferentes familias, acordes a las propuestas de vida de sus integrantes y las puertas que se les abrieron en el mercado laboral, pero las opciones de aprendizaje deben ser las mismas para todos.

Pueden cuestionarse los vacíos que, en apariencia, tienen los demás, diferentes quizás a los que pretendemos esconder para que no sean de conocimiento público, pero todos tenemos las mismas oportunidades ante la ley y a ser escuchados en nuestros reclamos.

Pueden distanciarse las posturas que adoptamos, al compararlas con la norma pre-establecida, pero el derecho a presentar una voz -cargada de contenido- para reclamar nuestros derechos, debiera ser igual para todos, siempre que se respeten los derechos de los demás.

Pueden prepararse los alimentos con diferente estilo, sazón o cargazón de nutrientes, presumiendo de paladares y costumbres, alcurnia o estilo, pero deberán estar al alcance de todos y en todo momento.

Pueden contrastarse los piropos, sin arrebatos de desenfreno ni acoso primitivo, pero la sexualidad de la convivencia entre seres racionales es un derecho igual para todos.

Pueden preocupar las diferencias en los estilos de vida y los derroches de unos, para acidez de otros, pero la muerte nos espera a todos en el mismo recodo del camino.

Pueden distinguirse los abrazos desprendidos de los regalados, los acariciados de los sentidos, pero tener la capacidad de recibir lo que se nos entrega y saber dar cuando alguien está dispuesto a recibir es un derecho que nos acoge a todos por igual.

Pueden manifestarse las dudas cuando nos toca analizar los mensajes, pero todos debemos estar dispuestos a escuchar cuando hay alguien dispuesto a hablar.

Pueden ocultarse las aspiraciones, mezclando en la olla los garbanzos de desencanto y el tocino de desesperación, pero cuando se les pasa el tiempo y aquella estalla es cuando nos sorprendemos del descuido y prometemos atender más a las circunstancias porque todos los garbanzos tienen su tiempo, por igual.

Pueden generarse sentimientos de lástima hacia los diferentes, entre todos los animales, pero también es cierto que miramos más hacia la esquina donde los arrinconamos y nos manifestamos más con sus propios gestos, porque con su presencia nos obligan a cambiar los códigos morales para aprender a vivir mejor entre aparentes distintos.

Hay muchos mundos diferentes en un mundo tan estrecho, pero las diferencias las establecemos nosotros, porque desconozco una ley universal que prime y salvaguarde lo más propio de lo más extraño, o lo más normal de lo aparentemente anormal.

Quizás en algo estamos de acuerdo, que lo anormal está en nuestro desajuste mental y lo raro lo ha creado nuestro analfabetismo social.

Tu amigo, que nunca te falla




JUAN 

miércoles, 2 de octubre de 2019

¿DE QUIEN ES ESTE MUNDO?


Mucha gente cree que el mundo está hecho a la medida de los grandes -y a veces improvisados- oportunistas, porque aprovechan la oportunidad para escarbar en las miserias humanas y en los agujeros de los mercados, para flotar sonrientes con la fortuna acumulada.

Sin embargo, si te vas a un pueblo de cualquier serranía del mundo y conversas con un obrero, o un agricultor, te dirá que este mundo le pertenece a los valientes que siempre resurgen de las penurias y los contratiempos, armando una estrategia de lucha que les lleva a flotar entre las adversidades.

Un ama de casa, sin perder el aroma de lucha por una igualdad de oportunidades y reconocimiento entre sexos, te diría que el mundo es patrimonio de los resignados y convencidos de que hay que mantener viva la imagen materna para que todo siga teniendo sentido, aún a costa de muchos sacrificios y renuncias.

El pobre que reclama a diario te miraría a los ojos y respondería, ante tu pregunta, que este mundo está fabricado para quienes les sonríe el azar y disponen de una fortuna, disfrutando de ella sin que nadie les pregunte de dónde les vino tanta suerte.

Los niños, siempre tan sinceros, nos mirarían a los ojos y expresarían en voz baja que este mundo está moldeado para que sólo puedan vivir los que disponen de presencia de los padres, abrazos diarios y juguetes para inundar las calles.

Si se entrevistara a algún enfermo, en un momento avanzado de su pesar, comentaría que no es el mundo sino la vida, tal y como te toque, la que habría que vivir íntegramente y que las circunstancias son para afrontarlas y seguir dando ejemplo.

Los líderes responderían que el mundo es para quien defiende su ideología y se quedarían al margen los que no comparten aplausos ni voces, porque su falta de identidad ideológica no les une a grupos pre-constituidos.

Yo, personalmente, te diré que este mundo es, de un modo muy fácil y sencillo, para los honrados que cumplen sus principios y respetan las actitudes verdaderas en los demás y son capaces de valorar las oportunidades sin provocar daño al otro, aplauden la valentía de quien se supera, reconocen las diferencias que se deben equilibrar, impulsan los impuestos para quienes se vanaglorian del azar y se sirven para humillar y alienar a quien aparenta ser constantemente castigado por el destino, luchan por una justicia social, que alcanzara hasta los juguetes de la calle, premiaría la paternidad y maternidad responsables, premiaría los aportes en la vida y ayudaría a sobrevivir a quien vive con su propia ideología, para que no sintiese el rechazo de quien se acomoda a unos intereses para no complicarse la vida.

Tu amigo, que nunca te falla




JUAN