tag:blogger.com,1999:blog-3323744808299281262024-03-19T01:48:24.504-07:00HOY ES SIEMPRE TODAVIAEste blog es la cristalización de una inquietud animada por el deseo de compartir, a partir de una propuesta de cambio personal constante e impulsado por la carga de humildad y entusiasmo que debe rodear a todo ser humano comprometido con una visión pro-activa, en favor de provocar un relleno sanitario de las necesidades no satisfechas en los grupos más vulnerables.JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.comBlogger275125tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-73896719374417594002023-12-31T10:00:00.000-08:002023-12-31T10:00:49.554-08:00Siempre nos quedamos cortos<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Siempre
nos quedamos cortos<o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Juan Aranda Gámiz<o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><o:p>Loja (Ecuador) 31-12-2023 </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Con
el paso de los años creemos conocer la distancia que nos separa de algo, o de
alguien, entrando en un mundo de desajustes emocionales porque no llegamos a
sentir lo que otros sienten ni a llorar con las mismas lágrimas que las cosas
que nos rodean, aunque su carne y huesos tengan otra textura distinta a la
nuestra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Y
es que siempre nos quedamos cortos al analizar lo que nos conmueve,
pretendiendo ser indiferentes y que así no nos atraviese la pena. Sentir no
puede ser un ejercicio de mirar sin descargar protesta alguna y vivir no debe
transformarse en caminar de puntillas para que los espinos no lastimen la
planta de nuestros pies y que no sangren de desilusiones ni desesperanza como a
tantos otros que les ha tocado transitar entre tanto guijarro del camino y
tanta flor seca, deshilachada y con espinas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">La
Navidad no consiste en un abrazo de reencuentro para olvidar las distancias ni
en un pavo que concentre las especies de la falta de miradas. Y el Año Viejo no
puede, ni debe, ser un momento planificado para hacer saltar por los aires las desvergüenzas
acumuladas, en medio del alboroto que nunca nos lo tendrá en cuenta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Siempre
nos quedamos cortos cuando no nos involucramos por miedo a no dar la talla,
cuando el apretón de manos hace desviar las miradas, los pasos se detienen
antes de llegar al destino que necesitábamos, las palabras no despiertan
caricia alguna en el alma o cuando el tiempo sigue estando presente e
interrumpe los achuchones, en medio del frío.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Cada
recuerdo imprevisto nos pone en sobre aviso de un mundo de iguales y cada
relato narrado por un desconocido nos abre la ventana al poema entrañable de
las necesidades insatisfechas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Siempre
nos quedamos cortos cuando buscamos lo artificial para que sustituya a la
naturaleza de los momentos aparentemente olvidados y si pretendemos encontrar
en las escapadas la añoranza de lo más simple de lo nuestro, arrinconado en el
olvido que siempre deseamos que regrese a casa, por Navidad y Año Viejo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Cada
impresión nos debiera devolver el aliento más rápido que el champán y los
brazos debieran arropar el cuello más que las serpentinas anunciadas por
matasuegras desafinadas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Siempre
nos quedamos cortos cuando envolvemos mensajes prefabricados para felicitar a
los mismos y a otros, mientras tanto, les llegan el ruido de las bombas, el
martilleo de las balas, la humedad de los pantanales, la obscuridad del
castigo, el desenfreno insuficientemente castigado del abuso o la coyuntura sin
abrigo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">No
siempre sabemos por dónde empezar a apagar luces por cada momento roto en la
vida de los demás. Y, quizás, tampoco reconocemos cuándo necesitamos encender
alguna vela por un simple arrebato de esperanza, porque así las ciudades
reflejarían la verdad, siempre escondida, de una realidad maltrecha.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Ya
basta de besos virtuales, abrazos agazapados detrás de “likes” automáticos o
limosnas de lo que siempre nos sobra. Ya basta de creer que el juguete alivia
el dolor, que la lluvia entorpece el festejo, que las nanas son un cántico a la
felicidad o que sólo en invierno nos debemos seguir refugiando alrededor del
fuego, aunque sigamos estando ausentes en la presencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Siempre
nos quedamos cortos en los aplausos a lo verdadero, en la renuncia a la
futilidad de la vida, en el apoyo a lo efímero en nombre de las experiencias
que van a saturar tu cultura porque veas y compartas más de lo que debes en el
silencio de tu entrega a las causas más justas y necesarias. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Es
hora de no quedarnos cortos y escribir para otros desde algún rincón, llamar a
un número desconocido para poder escuchar, servir desde el anonimato para saber
entregarse sin tarjetas de presentación y llenarse el depósito en alguna
esperanzo-linera para seguir circulando otro año más midiendo mejor las
distancias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Feliz
cálculo para este próximo año y que nadie, con necesidades, nos insinúe que nos
hemos seguido quedando cortos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";">Juan
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Comic Sans MS";"><o:p> </o:p></span></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-47879413996677504042023-12-24T10:28:00.000-08:002023-12-24T10:28:32.270-08:00Hoy, un día cualquiera, es Navidad.<p>Miro por la ventana y no alcanzo a ver los renos ni tampoco hay juguetes flotando en el aire, por lo que me pongo a pensar si no me habré equivocado y aún no llega la Navidad.</p><p>Me levanto y salgo a la calle, preocupado porque el invierno no me haya traído el aroma de la Navidad y esté confundiendo la paz de la calle con el mensaje de armonía de los villancicos por Navidad.</p><p>Salgo a pasear y veo los mismos escaparates en medio de las esquinas, cargados de lo que no todos pueden tener y las bolsas de regalos caen pesadas de las manos de los transeúntes, esperando rellenar el postre de la Navidad.</p><p>Contemplo los semáforos y no sonríen por Navidad, las farolas alumbran los mismos aleros de los tejados y los niños corretean por las veredas, como siempre lo han hecho por Navidad.</p><p>El cielo está azul, como en marzo o noviembre, la hierba no permite tocar el suelo húmedo y los arbustos mantienen su gallardía de todo el año, como otro día cualquiera. por Navidad.</p><p>Sigo creyendo que aún no llega la Navidad.</p><p>El horno no se cansa del pavo que se está haciendo y el patio no reconoce los adornos de la Navidad. En la mesa siguen acumulándose las facturas a pagar y los menesteres reclaman tu presencia, como cualquier otro día del año, por Navidad.</p><p>¿En qué fecha estamos?, me pregunto-</p><p>Antes de tener una respuesta que me saque de la duda, sin esperar nada a cambio, se me acerca un niño cargado de esperanza, con harapos de los que siempre acompañan a las limosnas y caras enrojecidas por el frío, pidiendo comprensión, apoyo y solidaridad.</p><p>Ahí me doy cuenta que, de nuevo, estamos en Navidad. </p><p><br /></p><p>Juan </p><p><br /></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-68355319633162781362023-10-08T14:45:00.004-07:002023-10-08T14:45:35.639-07:00Cuánto cuesta poner blanco sobre negro<p> </p><p>Nos cuesta aclarar los condicionantes y determinantes de un conflicto porque apostamos por hacer valer nuestra posición y no regalamos nuestro tiempo para hacernos eco de los planteamientos de los demás.</p><p>Nos cuesta mucho descifrar un código porque somos incapaces de sentarnos a analizar las posibles derivadas de un proceso de toma de decisiones.</p><p>Nos cuesta bastante opinar cuando nos preguntan, porque enseguida nos planteamos la ética de nuestra voz de alarma en una sociedad de protocolos medidos y cortesía hipócrita.</p><p>Nos negamos a criticar la verdad encerrada en un comportamiento, porque pensamos que si alguien se atreviese a hacerlo con nosotros lo interpretaríamos como una intromisión de un individuo osado.</p><p>Nos complicamos al redactar un informe porque sólo queremos escribir palabras que suenen a justas, medidas, coherentes y plenas de adulaciones, ya que nuestro futuro siempre está empeñado en el comportamiento que logremos traer ante los demás.</p><p>Nos arriesgamos a opinar sobre un particular, porque pensamos que no estamos en la onda del grupo, por lo que podríamos ser rechazados ante una voz disonante.</p><p>Nos confesamos con algunos menos pecados de los cometidos, porque ante la mirada del otro es bueno reconocer que no se han cumplido más penitencias de la media.</p><p>Nos dejamos llevar por el desorden y no queremos aportar con un plan de ordenamiento, ya que ello suena a un ser humano con otras expectativas y principios, mientras todo el mundo suene a desorden en las mentes más juveniles.</p><p>Nos convertimos porque precisamos cumplir un proyecto inicial y comunicamos nuestras preferencias y, por ello, quedamos atrapados en un mar de indecisiones que nos arrastran a cometer algún acto reprochable, por el que algún día recibiremos una queja o un espaldarazo abierto.</p><p>Nos dedicamos a escribir con alegatos de verdades a medias, pretendiendo que todas las personas "a tu alrededor" tengan la oportunidad de conocer lo que quedó en el tintero, por falso, aventurero o poder. </p><p>¡Qué difícil y cuánto cuesta poner blanco sobre negro.¡</p><p><br /></p><p>Tu amigo, que nunca te falla</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan</p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-72443899975859949062023-07-26T09:37:00.001-07:002023-07-26T09:37:22.212-07:00Los abuelos tienen la culpa<p> </p><p>Hoy quisiera culpar a los abuelos, como miembro de un Tribunal Humanitario, que tanta falta nos hace en este mundo con un cambio climático incuestionable que, por los vientos de desaire o por las lluvias torrenciales de desapego, está erosionando los cimientos de nuestra convivencia más digna.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de nuestra ternura cercana, porque de ellos aprendemos a palpar la tersura para impregnarnos luego de la humedad de las arrugas y logramos sentir el color del viento cuando nos brotan los colores si violamos nuestros propósitos más íntegros y verdaderos.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de nuestra prudencia tártara, por la cantidad de ingredientes que copiamos de sus gestos y sus palabras, acompañados siempre del efecto suavizante de los consejos o moralejas que supieron transmitirnos.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de que no renunciemos a nuestros propósitos, porque muchos fueron los suyos propios y en nuestro empuje para alcanzarlos se vislumbra la frustración que acompañó a sus vidas por una astenia de ideales ambiciosos.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de nuestro respeto por la vida, porque la serenidad de los pasos, la caminata reflexiva en los asientos de los parques y las miradas al trasluz, en momentos de silencio, nos transmitieron la lectura de los componentes químicos necesarios para llenarnos de la única energía que precisamos para nuestro recorrido vital.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de nuestra falta de odio y nuestra incapacidad para la venganza, de la necesidad de saber mirar en los rincones y poder hablar con las sombras, de escuchar a los balcones y recitar, a viva voz, el goteo del rocío de la mañana.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de que miremos al cielo cuando conseguimos una meta, de que lloremos en los momentos del parto de nuestra compañera de vida y aún de que no digamos nada cuando alguien descubre en nosotros una verdad inaparente o un valor escondido.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de que nos sintamos bien si nos consideran feos, que sigamos trabajando si alguien nos cataloga de torpes, que nos mantengamos en el camino a pesar de las piedras y que sigamos acumulando historias vivificantes en la suela de nuestros zapatos.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de que nos sigamos mirando al espejo porque a ellos les parecía bien nuestra elegancia en la apariencia, que nos miremos hacia adentro porque ellos nos enseñaron a darle la vuelta al calcetín y que pasemos por esta vida sin hacer mucho ruido porque el secreto está en el silencio de nuestras voces.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de lo que nos enseñan sus nietos y de lo que aprendemos de las costumbres de sus recuerdos y, también, de los misterios que encierran las alabanzas vacías y las penitencias huecas.</p><p>Los abuelos, al fin y al cabo, siempre tienen la culpa de la humedad de nuestras lágrimas y la sequedad de nuestro orgullo, de la ironía de nuestra verguenza y la calidad de nuestras futuras enseñanzas, porque fueron pedagogos exclusivos, maestros con cordura, profesores del buen hacer y nunca nos propusieron la demagogia como estilo de vida.</p><p>Los abuelos tienen la culpa de todo lo bueno que aún tenemos que escribir.</p><p><br /></p><p>Vuestro amigo, que nunca os falla</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan </p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-47078980166324090552023-07-22T07:41:00.001-07:002023-07-22T07:41:20.489-07:00El éxito está en el banquillo<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Se piensa que las cabezas
visibles, la alineación oficial entregada por el entrenador de turno, son quienes deben competir “a muerte” para intentar superar los avatares de cualquier
enfrentamiento, anteponiendo el “fair play” y con el único propósito de ganar
en la contienda.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Sin embargo, cuando se debe jugar
con la avaricia de quien se mira el ombligo, como centro del mundo y la codicia
de un poder que se desea con vehemencia en lugar de con una reflexión por el
bien común, hay que echar mano del banquillo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y ahí tenemos la filosofía de
Goebbels, la que bautizó como “Guerra total”, con el único propósito de
convertir mentiras en verdades si se repiten miles de veces, lo cual es una
estrategia para seguir con los regates propios de los pilares de la posverdad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Más adelante ponemos en el medio
del campo a la mecánica, para que se desenvuelva reteniendo el balón con
monotonía y aburrimiento, hasta tal punto que el tiempo que transcurre nos haga
perder la ilusión y el interés por ir al campo a aplaudir y reencontrarnos con
el deporte, en su esencia más enriquecedora.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y es entonces cuando buscamos las
“comas” a las manifestaciones de los políticos y los “rictus” en las
respuestas, procurando que se pierda la atención en el contenido, porque
posiblemente no lo haya. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Casi al final del primer tiempo
sacamos al terreno al “mal augurio” y damos por “buena” la interpretación que
hacemos de los indicios o ponemos encima de la mesa la verdad de nuestra
intuición, como amenaza, porque también ahí habrá un posible trasvase de votos.
Y esto nos define como “pacientes” receptores de los males que nos aquejarán
por siempre.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y como el marcador no se mueve,
cambiamos al portero y el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>reemplazo
lleva escrito en su camiseta “No olvidar significa mantener el status quo”, con
lo que hacemos un llamado de atención para que no se levante mucho polvo y
hacemos lo posible por parar los balones que llevan una trayectoria de
progresismo, superación o<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>legitimidad
del propio olvido.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Al final, se gana o se pierde,
pero se ha luchado con el empuje de la plátina, aunque algunos lo pretendan
transformar en una pletina para seguir escuchando los ecos del pasado, pero si
somos ese público que aplaude los cambios tendremos, siempre, que conformarnos
con los marcadores.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">De todos modos, el éxito seguirá
siendo –lamentablemente- del banquillo. <o:p></o:p></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-33083767041370971452023-06-23T09:16:00.000-07:002023-06-23T09:16:26.500-07:00¿Por qué pensamos al revés?<p> </p><p style="text-align: justify;">Pasamos los días intentando estar atentos a las circunstancias, por lo que nos puede provocar un interés o despertar una inquietud. Al fin y al cabo, pensamos porque existimos o, quizás, existimos porque pensamos. </p><p style="text-align: justify;">Le damos vueltas a las cosas y decimos que "estamos pensando", cuando lo que hacemos es marear el tiempo para no perder oportunidades de tranquilizar nuestra angustia vital.</p><p style="text-align: justify;">Lo suyo sería que pensásemos correctamente, o sea, desde el origen y así podríamos transitar por los problemas para plantearnos, al final, el por qué del resultado. Sin embargo, siempre nos anclamos en el ultimátum o en el impacto, por lo que descuidamos sobremanera nuestro propósito de analizar los procesos, es decir, cómo se llegó a ese punto y final, porque siempre tuvo que haber un principio y un "mientras tanto".</p><p style="text-align: justify;">Hoy día nos hacemos algunas preguntas:</p><p style="text-align: justify;">¿Por qué nos ha impactado la tragedia de la implosión catastrófica del Titán y no que se inobservaran los permisos necesarios para su desarrollo, como empresa?</p><p style="text-align: justify;">¿Por qué el mar se queda con tantas vidas que intentan cruzar, en pateras, un océano o un mar agitados y no hay una cruzada para mejorar la calidad de vida en los países de salida de seres humanos a la deriva?</p><p style="text-align: justify;">¿Por qué resulta tan fácil pedir perdón por el error cometido, o el crimen consumado, sin que se estudien los determinantes de una conducta que pudo evitarse?</p><p style="text-align: justify;">¿Por qué nos atrae tanto la Inteligencia artificial, aún a sabiendas que su desarrollo nos deshumaniza cada día más?</p><p style="text-align: justify;">¿Por qué aceptamos a líderes elegidos, en democracia, si entendemos que hay rendijas por donde se cuela la farsa?</p><p style="text-align: justify;">¿Por qué hablamos de lo que vemos y no vemos las entrañas de lo que posiblemente no lleguemos a hablar?</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es martirizarnos por un sentimiento de culpabilidad por lo que hemos llegado a ser (autómatas, monótonos, deshumanizados o despersonalizados), sin preguntarnos cómo estamos construyendo nuestra personalidad, en el día a día?</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es cuestionar que ahora estemos solos, sin pensar qué hizo el mundo para educarnos para la no-convivencia?</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es abrir un espacio de empleo para una necesidad sin preguntarse... ¿por qué surgió ese vacío?</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es invertir un dinero sin preguntarte de dónde viene.</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es quejarte de tu suerte cuando te dejaste llevar por los oportunismos.</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es criticar al otro cuando le educaste, en su momento, para ser competitivo y crítico despiadado.</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es seguir mirándote al ombligo mientras que el otro no tenga adónde mirarse.</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es elaborar normas y leyes para mantener el "status quo" (que quede todo tal y como está), porque a ti te va bien, sin analizar lo que estás dejando de apoyar con tus decisiones y que podrías estar contribuyendo a que todo quedase relegado al olvido.</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es creer que tú eres el centro del mundo y puedes manejarlo, a tu antojo, y no que el mundo debe ser tu centro de atención para provocar los cambios que los demás necesiten para vivir sin menoscabo de sus derechos.</p><p style="text-align: justify;">Pensar al revés es aclamar que todo está bien, cuando sabes que nada va por ese camino.</p><p style="text-align: justify;">Tu amigo, que nunca te falla, te propone empezar a pensar correctamente, porque pensar al revés te llevará a ser parte de un montón que está en la esencia del verdadero cambio deshumanizante, por encima del mismo cambio climático.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Tu amigo, que nunca te falla</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Juan</p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-91348349768710544212023-06-16T16:45:00.001-07:002023-06-16T16:45:35.276-07:00Cinco y nada más<p>Creemos que las decisiones que tomamos surgen de manera espontánea y que siempre podemos dar una respuesta si la vida nos la exige "ipso facto" (en el acto).</p><p>Pues no es así. </p><p>Si se presenta una situación que nos sorprende, incomoda, motiva o descontrola, se suceden una serie de pasos que yo voy a intentar resumir -concretamente- en 5:</p><p><br /></p><p>1) Primer paso</p><p>Observar y extraer toda la información que puedas, porque hasta los detalles te permitirán cumplir con el segundo paso, sin alterar tu estabilidad emocional.</p><p><br /></p><p>2) Segundo paso</p><p>Motivarte por la situación presentada o el conflicto generado, asumiendo que es algo necesario por inoportuno, aunque en el fondo vas a extraer una enseñanza que te va a aportar en futuros momentos de esta naturaleza.</p><p><br /></p><p>3) Tercer paso</p><p>Sensibilizarte, en tanto en cuanto te pongas en el lugar de quien está sufriendo, recibiendo el castigo o atravesando por un corredor de circunstancias que le hostigan y le condicionan su estabilidad emocional y que influyen en sus entornos de relación.</p><p><br /></p><p>4) Cuarto paso</p><p>A partir de la observación (primer paso) buscar los argumentos, alternativas, estrategias o enfoques para afrontar la situación, teniendo en cuenta el segundo y el tercer pasos. </p><p><br /></p><p>5) Quinto paso:</p><p>Encontrar el recurso que logre solventar la situación con el menor coste para tu salud, por lo que a veces se deberán pedir consejos o hurgar en los antecedentes, comparando con realidades parecidas.</p><p><br /></p><p>Al final nos toca estar pendientes de la evolución, procurando adaptarnos al cambio que surgió como consecuencia de nuestra intervención y fortalecer nuestros soportes para aceptar las consecuencias mediatas y a mediano y largo plazo.</p><p><br /></p><p>Ahí radica la responsabilidad, madurez y entereza para vivir la vida. Y es este ejercicio de cinco pasos el que más ejemplo genera porque se lega un modo de vivir.</p><p><br /></p><p>Quien sale corriendo se salta el primer paso.</p><p>Quien banaliza la situación se está saltando el segundo paso.</p><p>Quien no acepta el destino que le ha tocado es porque se saltó el tercer paso</p><p>Quien titubea es porque se saltó el cuarto paso en situaciones anteriores.</p><p>Quien no encuentra soluciones es porque se saltó el quinto paso y vive a la deriva</p><p><br /></p><p>Tu amigo, que nunca te falla</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan </p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-78120625802969859042023-02-28T09:24:00.000-08:002023-02-28T09:24:10.634-08:00¿Estás dispuesto a dar sombra?<p> </p><p>Creemos que la transparencia es una oportunidad para que las miradas nos atraviesen y no se detengan en nuestro interior, por un miedo a que en su búsqueda descubran un cuerpo construido con materiales frágiles y sin una mezcla adecuada para prevenir riesgos.</p><p>Pensamos que ser transparentes, por estrategia, nos va a permitir pasar desapercibidos y nadie se detendrá a nuestra puerta a pedirnos tiempo ni consejos, una pizca de sabiduría ni un abrazo, aunque este estuviese roto.</p><p>Comprobamos que la transparencia es buena para mantener la invisibilidad de nuestros actos, porque la corrupción, el desatino, la manipulación o el instinto animal que arrastramos permanecerán en algún escondite al que no podrán acceder los interrogantes que la vida tiene y que pretende sacar a la luz en cada instante.</p><p>Somos testigos de nuestra soledad al pretender ser transparentes, por necesidad, pues manifestamos lo que somos guardándonos lo que nos interesa, damos con una mano lo que ya no puede sostener la que se esconde y conversamos abiertamente de lo superfluo, porque lo importante lo guardamos con la picaresca de sacarle todo el rédito posible.</p><p>Vivimos transparentando lo que nos interesa, en un intento calculado de aparentar sin involucrarse, o más bien diría de escuchar sin comprometerse, relatando un falso evangelio de las cosas sin detenerse a analizar la penitencia que nos tocará, porque para ello ya podremos transparentar unas verdades a medias que serán también aceptadas por los demás si nos siguen viendo como "aparentes transparentes".</p><p>Sin embargo, esa transparencia no la trasladamos a nuestros actos porque entonces tomaría forma el cuerpo y se haría opaco, llamándonos la atención ese volumen que, al recibir la luz, daría una sombra que siempre vamos buscando.</p><p>Preferimos la sombra para cobijarnos por el sol radiante del mediodía o del agua de lluvia que nos empapa sin perdón.</p><p>Descubrimos la sombra porque ahí reflexionamos sin estar expuestos y nos descubrimos en nuestras fortalezas y debilidades, identificando el valor añadido de las preguntas que tienen sus respuestas en el mismo silencio.</p><p>Agradecemos la sombra porque detuvimos nuestros pasos, abrazamos el calor tan necesario de un refugio y conversamos de nuestro interior, tan olvidado en las carreras diarias y en la superficialidad de los conceptos y los contextos en los que nos vemos involucraos.</p><p>Siempre hay que estar dispuesto a dar sombra, porque así es la mejor manera de manifestarnos transparentes en nuestro interior, que es el espacio que realmente merece la pena. </p><p>Creo que para conocer a un ser humano habría que hablar con su sombra y agradecer su espacio de vida, escribir sobre su paz interior y ser capaz de dibujar los secretos de su propia sombra. </p><p><br /></p><p>Tu amigo, que nunca te falla</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan </p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-91267706177624182942023-02-20T08:18:00.004-08:002023-02-20T08:18:59.743-08:00EL SENTIDO DE LA VIDA EN 3 MINUTOS<p> Pensamos que se necesita una vida entera para cumplir nuestros propósitos, desarrollar una trayectoria profesional, ver cristalizado nuestro legado o atravesar todas las etapas que están ahí para conocerlas, desde el gateo temprano del infante hasta el apoyo circunstancial en el bastón del envejeciente.</p><p>Sin embargo, acostumbramos a pasar de largo por diferentes circunstancias y momentos que engrandecen o nublan nuestro proyecto de vida, olvidando pronto las lecciones que debimos aprender o las estrategias que desplegamos para superar instantes delicados, o de gloria.</p><p>Nos declaramos fieles a cualquier propósito cuando nos va bien o somos detractores, a ultranza, cuando nos quedamos sin argumentos para defender una profunda convicción, haciendo tambalear nuestra propuesta existencial, tan necesaria para buscar los recursos necesarios para seguir aportando argumentos sin menospreciar la crítica.</p><p>¿Y dónde está el verdadero sentido de la vida?</p><p>En algún momento nos percatamos que la vida debe tener un sentido para persistir en nuestro caminar constante y por tantos años, anhelando descubrir rasgos deslumbrantes, oportunidades inolvidables o años de prosperidad y aplausos.</p><p>Sin embargo, lo que siempre encontramos son espacios cortos, no más allá de tres minutos, en los que se encierra la lectura de una mirada, el sello de un compromiso o la verdad de un reencuentro.</p><p>Y es que son tres minutos los que se le conceden al condenado, en el paredón, para que pida su último deseo, el mismo tiempo que dura un abrazo que busca el perdón o la reconciliación.</p><p>Es el tiempo que se tarda en despedir a quien quieres de verdad, mientras las lágrimas se van secando conforme se pierde de vista la figura de la persona amada.</p><p>Sólo se tardan tres minutos en entregar un premio de reconocimiento o en sorprenderte, cargado de emoción verdadera, cuando recibes un regalo o descubres un secreto, guardado por muchísimos años.</p><p>En esos tres minutos puedes darte cuenta del nacimiento de una teoría, del derrumbe de un mundo por un fenómeno natural o de las intenciones de un asesino, que acabó de cruzarse en tu camino.</p><p>Y sólo en tres minutos sacas tus propias conclusiones, expresas tus emociones o te llega a impresionar un gesto, la voz de un desconocido o las gotas de lluvia que, días antes, te mojaban el cuerpo en la playa, antes de evaporarse por el sol del mediodía.</p><p>Tres minutos dura el llanto de un niño que nació a la vida, la declaración juramentada de un asesino, ya confeso, un juramento que te permitirá cumplir con la tarea de tu cargo o la interpretación oportuna de un embuste, las doce campanadas de Año Viejo y la nana que te hizo dormir en tus años más tempranos.</p><p>Sólo tres minutos dura el dolor de un infarto, la vida de un pájaro atrapado, el instinto encerrado en un salto o el sorbo que te salvó de la deshidratación, el beso espontáneo que iluminó tu existir o la caricia que supo estirar tus arrugas.</p><p>Por tanto, y por todo lo que pueda durar sólo tres minutos, ahí se encerrará siempre el sentido de la vida.</p><p><br /></p><p>Tu amigo, que nunca te falla</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan </p><p><br /></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-14739009327031961452022-03-08T10:23:00.001-08:002022-03-08T10:23:39.764-08:00La guerra de las soledades<p> </p><p>Estamos contemplando una guerra de seres humanos aparentemente "solos", olvidados en el seno de un conflicto que carcome sentimientos y hasta la fe. Es una crueldad que sensibiliza hasta los corazones más duros de pelar y las almas congeladas de no quererse ni a sí mismas.</p><p>Hay personas "solas" en la penumbra de un cruce de disparos y en las voces de auxilio "solas" que se lanzan al viento, esperando que la brisa de corazones viajeros las trasladen a los confines de la esperanza, en un mundo tan diverso y disperso, al mismo tiempo.</p><p>Hay bombas que, solas, han provocado tanto dolor en la huida, acabando con vidas que se alejaban en un intento por encontrar la paz de ese otro mundo, más allá de la frontera común, lanzadas por órdenes que "solas" desprendieron el olor a muerte que estaba escrito en el corazón de sus líderes, por odio o venganza, malestar o rabia indiscriminada.</p><p>Los soldados mueren "solos", sin el alivio de criterios dialogados porque la verticalidad de las órdenes te obligan a callar y aceptar el destino que se les impone.</p><p>Los padres quedan "solos" en el frente, mientras sus manos raspan el vidrio de la ventana que les separa de los suyos que, conforme despierta el motor del autobús que les transportará hacia la libertad, va desgarrando una historia de vida que puede que pronto se sesgue para siempre.</p><p>Los edificios quedan "solos" y derrumbados, tapando la verdad de los pasos que allí se cruzaron y las entrañas de los mensajes que allí se derramaron, ahogando entre sus muros la verguenza de haber sido construidos en un espacio de odio, con sabor a diferencias insalvables.</p><p>Los abuelos quedan "solos", porque no quieren renunciar a sus terruños, porque se saben una carga en los desplazamientos y porque alguien tiene que dar fe de lo ocurrido y ejemplo de la valentía de corazones nobles, enraizados y verdaderos.</p><p>Los cuerpos van quedando "solos" en medio de los campos de batalla, esperando la plegaria del caminante que se aleja, del perro amigo que se se queda allí, esperando la caricia que se le fue para siempre o la mirada desde una ventana alejada, donde se espera la noche para darle sepultura, sin preguntarse a qué bando pertenecía su lucha encarnada o su compromiso de vida.</p><p>Los políticos siguen "solos", escondidos para mantener la voz y el liderazgo, la esperanza de no claudicar, en nombre de quienes se sienten representados y el orgullo de no abandonar hasta el último momento.</p><p>Los escondites se quedan "solos" y levantan el polvo para que quienes se esconden hagan sus últimas carreras para adelantar sus corazones a las voces que los llaman desde las fronteras.</p><p>Las banderas se quedan "solas" porque quedaron en silencio las manos que las alzaban o fueron derribadas las trincheras que las ondeaban.</p><p>Los mensajes quedaron "solos" porque el mundo deja de escucharlos y no se mantiene vivo el eco que debe ayudar a resistir ante propuestas invasivas, coercitivas y alienantes.</p><p>Las oraciones se sientes "solas" porque las plegarias no callan el ruido de las amenazas, encontrando que la fuerza de las alianzas acrecienta, con creces, las derivadas de odio e intereses creados.</p><p>El himno se quedó "solo" porque no hay quien lo cante en la propia tierra, dando la vida por la estrofa que se quedó sin coro ni empuje.</p><p>El modelo de mundo se quedó "solo" ofertando acogida, cuando todos deberíamos haber ido a quedarnos con una familia ucraniana, esperando que la guerra hubiese alterado el modo de integración y convivencia de un mundo que se atreve a involucrarse en la paz y no permite la acogida en la guerra.</p><p>El legado se está quedando "solo", porque ya no hay palabras para testimoniar nuestras actitudes, ya que adolecen de sentido común humanitario y de carga solidaria.</p><p>Es una guerra de las soledades, así como los líderes rusos quedarán "solos" ante el Tribunal de la vida y luego en el destierro al que quedarán relegados en algún espacio "solo", si el futuro fuese resiliente con tanta alma olvidada y sola.</p><p>Tu amigo, que nunca te falla, quiere que este momento no se quede solo y sea compartido con voluntad de sembrar un acuerdo en paz.</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan </p><p><br /></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-40211014405665008302022-01-03T08:25:00.001-08:002022-01-03T08:54:53.688-08:00<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiAuqnigmYuzT0wbtH_wC0j-tLt_wKdoyaFfIHR6lwJzH4p1IzHkjYaAVxM4nYqB9Lspmb0S3D0Up83-KuQz3PGo504L5ba1B4wm7qCop7AeY69YVS3e0FcdXW0gyHqLuTwi-PEPKdl5gm/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="658" data-original-width="481" height="935" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiAuqnigmYuzT0wbtH_wC0j-tLt_wKdoyaFfIHR6lwJzH4p1IzHkjYaAVxM4nYqB9Lspmb0S3D0Up83-KuQz3PGo504L5ba1B4wm7qCop7AeY69YVS3e0FcdXW0gyHqLuTwi-PEPKdl5gm/w580-h935/image.png" width="580" /></a></div><br /><p></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-80258298015484275952021-03-06T09:40:00.001-08:002021-03-06T09:40:09.937-08:00El espejo conoce tus huecos<p> </p><p>Nos miramos al espejo como si nosotros estuviésemos analizando la imagen que vemos y, de repente, nos damos cuenta que la otra imagen nos observa y nos mide, de arriba hacia abajo.</p><p>Queremos saber si estamos bien por lo que vemos, sin preguntarle al espejo por lo que ve y ese es el principal error al mirarnos al espejo.</p><p>Al terminar de peinarnos el cabello, cuando todavía no estamos tranquilos con el trabajo que ha hecho el peine, el espejo se percata de que nuestra sonrisa no está bien encajada y reconoce que algo la está alborotando.</p><p>Y si nos fijamos en el nudo de la corbata, como un triángulo invertido, esperando que esté perfecto, el espejo está intentando borrar el sufrimiento que gotea en nuestra alma.</p><p>Hay personas que nos miran diferente. Casi toda la gente nos ve desde fuera, con todos los detalles, hasta adentro, porque la verdad es que interesa más lo aparente y acomodado que la esencia de lo que somos.</p><p>Y es por esto que aparentamos ser descuidados o vivir en la miseria, tener oportunidades o estar dispuestos a afrontar la vida en el nivel promedio de la escala social, a los ojos de cualquier observador, por nuestra apariencia y las actitudes que presentamos al mundo.</p><p>El espejo, sin embargo, nos dice si los renglones más interiores dicen si somos buenos o íntegros, si hemos recibido las reglas fundamentales para redactar nuestra vida sin ortografía o si nuestra existencia está cargada de errores tipográficos.</p><p>La verdad es que hay que mirar desde dentro y hacia fuera, pues lo primero que importa es lo que somos y, después, lo que aparentamos. </p><p>El verdadero amor es el interesado por lo que corre por dentro y, después, por lo que luce por fuera, porque la verdad interior es la que hay que estar dispuesto a sacarla a la luz y abrillantarla, a diario. </p><p>Tu amigo, que nunca te falla</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan</p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-92116213052074597682021-03-03T13:17:00.002-08:002021-03-03T13:17:30.444-08:00¿Somos nosotros los que aceptamos?<p> </p><p>Hoy me he puesto a pensar en nuestro rol social permisivo, aunque ciertamente cargado de distingos.</p><p>Cada vez que queremos insistir en nuestro deseo de socializar, porque precisamos de los demás en nuestra relación constante, en las diferentes esferas de la vida, nos adelantamos a permitir que otros formen parte de nuestro ámbito común de interacción.</p><p>Es así que promulgamos, a los cuatro vientos, que nos vamos a ver con vagabundos y ex-presidiarios, desempleados y personas con rasgos distintivos, porque somos solidarios. </p><p><b>¿Acaso nos toca a nosotros decidir a quiénes aceptamos? </b></p><p>Por momentos pienso en ese afán de superioridad para que podamos decidir sobre los demás, por haber sentido un flechazo solidario. No sé si nosotros seremos los señalados para aceptar, o no, a los demás.</p><p><b>¿No será que los demás son los que están permitiendo que nosotros decidamos sobre quiénes podrán relacionarse a nuestro nivel?</b></p><p>Y, a veces, hablamos de tolerar a los demás porque sentimos que el espacio de interacción se nos acotó, debido a nuestras expresiones o las manifestaciones de odio, rencor o lástima que generamos en el entorno en el que nos relacionamos.</p><p>Es verdad que debe surgir de nuestra alma un deseo de acogida, pero siempre deberá ser el otro el que determine esa voz interior, pidiendo ayuda, para que nos liberemos de prejuicios y vayamos a su encuentro.</p><p><b>¿Somos nosotros los que aceptamos al futuro acogido o es este el que nos acepta como acogedor?</b></p><p>Sería oportuno recibir a alguien porque ha aceptado que seamos quienes le demos protección, amparo o comprensión. En ese preciso instante pasamos de ser electores a ser elegidos.</p><p>Es por esto que los líderes no son los que aceptan co-idearios o simpatizantes, sino que son todos los demás los que eligen el camino de creer en alguien que promulga sus ideas, como un propósito de vida y, por tanto, serán ellos, también, quienes les retiren la confianza cuando se tergiverse el camino, se trastoque la proyección o se nublen los objetivos fundamentales.</p><p>En este sentido,<b> vivir es una apuesta por saber elegir y no por intentar aceptar, selectivamente, a quienes más satisfagan mis ambiciones.</b> </p><p>Si esto fuese así, habría menos aplausos huecos y más propuestas verdaderas.</p><p><br /></p><p>Tu amigo, que nunca te falla</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan </p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-49994738954152877492021-01-16T11:20:00.001-08:002021-01-16T11:20:24.031-08:00Los tiempos robados<p> </p><p>Creemos que el tiempo nos pertenece y, por eso, dejamos pasar los momentos hasta que algún día se nos hace saber que robamos tiempo a alguien.</p><p>Y no es que el tiempo esté escrito con dedicatoria alguna, sino que las circunstancias nos obligan a estar presentes en la vida de otras personas y desconocemos si la ubicuidad ha salido desde el corazón o en algún instante de nuestro tiempo libre, coincidiendo con los requerimientos o necesidades de algún otro ser humano que siempre esperó paciente nuestra llegada.</p><p>Y nos percatamos que robamos tiempo cuando cambian los modos de interactuar y el brillo de los ojos cambia a un tono más apagado o las sonrisas se fueron de vacaciones, para perderse en algún rincón cargado de incógnitas.</p><p>Corremos a pedir perdón, porque pensamos que la hora dedicada a estar sentado, al lado del abuelo, en la casa o en el ancianato, se va a lograr cubrir con una disculpa.</p><p>Devolvemos la llamada para justificar nuestra ausencia, cuando fue tan necesaria y esperada nuestra presencia, pero al otro lado nos contesta una voz cargada de destemplanza por nuestro olvido.</p><p>Y cuando nos recuerdan que pasamos de largo por la vida de aquel día, se nos remueve el consuelo y no sabemos cómo devolver, a cambio, nuestro pesar por haber dejado ir esos minutos tan valiosos para renovar los impulsos y las sensaciones, que tanto acercan.</p><p>Robamos tiempo al desatender los reclamos que más nos duelen, por creer prioritarios nuestros propios tiempos o al menospreciar las verdades que debieron contarnos por creer que las mentiras que se cuentan tienen más valor agregado.</p><p>Nos olvidamos del tiempo que otros necesitan arrebatarnos, porque en el relato está la solución que buscaron durante tanto tiempo para sus problemas y, al desear recuperarlo, el dolor provocado se adelantó a nuestra presencia.</p><p>Dejamos pasar las horas cuando contaron los minutos para que alguien se despidiese y, después de decir adiós, nos acordamos que se estaban yendo.</p><p>De repente, vemos a lo hijos estirando su presencia en este mundo y comprobamos que son adultos sin haberles dedicado un tiempo en su infancia y eso nos lo recordarán durante toda su vida. </p><p>Llegamos cuando alguien expiró, aunque nos llamó durante la convalecencia y nunca pudimos acompañar en su recuperación, la que nunca llegó porque también nuca llegamos.</p><p>Tantos tiempos robados que terminaron en dudas razonables, la que luego acompañaron a cada presencia espontánea en nuestras vidas.</p><p>En el mercado de valores, de los sentimientos más nobles, los tiempos robados se cotizan muy alto.</p><p>Tu amigo, que nunca te falla, te recomienda no robar ni un minuto a quien espera robarte un minuto de tu tiempo para ser feliz algún día.</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan </p><p><br /></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-71941963338436704482021-01-01T08:56:00.000-08:002021-01-01T08:56:23.318-08:00¿Aún no has dado tu primer paso?<p> </p><p>¿Naciste hace muchos años y aún no has dado el primer paso? -Es una verdadera pena.</p><p>Aprender a caminar, guiado por alguien que te protege, es la oportunidad de aprender la teoría de cómo debes caminar, pero dar el primer paso obliga a rectificar y a impulsarte por tí mismo, olvidándote de los condicionantes y prejuicios, siendo fiel a tu propia brújula y sosteniendo muy fuerte el timón.</p><p>Y no siempre estamos ante la tesitura de tener que dar un primer paso. Necesitamos motivos para resquebrajarnos por dentro y demostrar al mundo de lo que estamos hechos.</p><p>De todos modos, el primer paso es el más exigente por la necesidad de generar una memoria de los movimientos que precisamos para tener éxito en nuestro empeño.</p><p>Hay personas que no han dado aún el primer paso y son octogenarios, quizás porque alguién los dió por ellos o porque esperaron que avanzaran hacia ellos las circunstancias, sin el ánimo suficiente como para enfrentarlas.</p><p>Hay otros, sin embargo, que con menos de 1 año ya dieron el primer paso y seguirán dando muchos durante toda su vida, copia de aquel primero que tan fácil les resultó.</p><p>Se da un primer paso cuando hay que tomar una decisión, en la que está en juego nuestro futuro personal o el de los demás, cuando necesitamos perdonar por encima del odio y no sabemos cómo se hace, aprendiendo al caminar o cuando precisamos demostrar un respeto por ese alguien que tomamos como modelo para imitar.</p><p>Damos un primer paso cuando aplaudimos, a sabiendas que arrastramos a otros a que también lo hagan, sin haber recibido nada a cambio ni tener un conflicto de intereses con el ruido del aplauso, porque estemos seguros de nuestra negativa a cruzar los conflictos, de una orilla a la otra, porque reconocemos que podemos sucumbir en el intento.</p><p>Diste un primer paso si la decisión de tener un hijo fue compartida y responsable, si al enamorarte desde lo más profundo del alma quedó escrita en tu memoria la necesidad de ser parte, en libertad, de la vida del otro.</p><p>Has dado tu primer paso si fuiste capaz de tapar un defecto o lo abrillantaste con el color de los valores más destacados o si aprendiste a decir "no" a todo lo que aliena y humilla, denigra y margina.</p><p>Hoy sigo dando primeros pasos, copia del primero que dí hace mucho tiempo al aceptarme a mí mismo.</p><p>Y seguimos caminando.</p><p>Tu amigo, que nunca te falla</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan</p><p><br /></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-53666246216090999802020-12-16T06:28:00.003-08:002020-12-16T06:28:36.104-08:00Un piropo por Navidad<p>Si las nubes pueden llorar y la luna puede moldear el cabello del mar...</p><p><b><u><br /></u></b></p><p><b><u> ¿Qué no podría hacer un piropo?</u></b></p><p><b><u><br /></u></b></p><p>Acostumbramos a matizar las palabras para que lleguen con alguna intención y a eso le llamamos piropo, dejando entrever lo que buscamos y provocando en quien lo recibe un bienestar por lo supuesto.</p><p><br /></p><p><b><u>¿Y qué se supone en un piropo?</u></b></p><p><br /></p><p>Las palabras de un piropo agradecen la presencia del encargo que Dios hizo al traernos al mundo y despiertan el interés porque otros noten nuestro recorrido y destaquen la sinceridad de los gestos con los que nos presentamos o las actitudes que regalamos a la calle, cada día.</p><p>Hay muchos que pueden pensar que la sobreexposición, al pasar varias veces por el mismo sitio, despertará esa manifestación, sin salpimentarlo con un aroma de verdad, pero eso sólo ocurrirá cuando las intenciones hayan sido capaces de ganarle un palmo de terreno a las formas de ser y actuar y eso no es un piropo.</p><p>Sólo saber que alguien amanece, por lo que supone que esté ahí, ya provoca un piropo.</p><p><br /></p><p><b><u>¿Y por qué hay que echar un piropo por Navidad?</u></b></p><p><br /></p><p>Porque algún desconocido haya conseguido nacer a la nueva vida y esté acariciando su existencia </p><p>Porque hayamos encontrado la esencia de la Navidad en un gesto desacostumbrado y verdadero</p><p>Porque alguien nos recordase que el pesebre es el mismo para todos.</p><p>Porque el árbol, colocado boca abajo, nos recuerde que los de abajo son los importantes.</p><p>Porque alguien llene un paquete de promesas y buenas intenciones y le llame regalo.</p><p>Porque las luces navideñas que nos regalasen fueran los buenos deseos de un corazón cercano</p><p>Porque aprendamos a reunirnos teniendo presentes a los otros en nuestros mensajes</p><p>Porque hayamos ganado en la lotería de la vida aprendiendo a perdonar.</p><p>Porque alguien te diga que eres ejemplo y que te va a seguir por siempre.</p><p>Porque seas capaz de demostrar que no vas a olvidar, aunque pese estar a su lado.</p><p>Porque extiendas la mano en el momento justo para encontrar una mano enemiga</p><p>Porque los villancicos delaten a los santos del día a día, de carne y hueso.</p><p>Porque la verdad que otro lleva dentro merezca un aplauso y lo deseas compartir con un piropo.</p><p><br /></p><p><b><u>¿Y qué busco con un piropo por Navidad?</u></b></p><p><br /></p><p>Sólo pretendo que quien lo reciba sienta la frescura de un aplauso y la bondad de unas palabras, que quiero que siga vistiéndose con el mismo traje humanitario que despertó mi piropo.</p><p>Sólo quiero que no deje de hacer lo que siempre hizo, porque es lo que me hace grande ante los ojos de Dios, que la vida siga regalándole la elegancia de saber estar y la serenidad para saber seguir siendo.</p><p>Sólo necesito agradecerle por lo que supo darme y quiso desprenderse, porque no es fácil ser padre sin besos o madres sin abrazos, amigos sin consejos ni vecinos sin buenos días.</p><p><br /></p><p><b><u>¿Y cuándo se necesita piropear por Navidad?</u></b></p><p><br /></p><p>Cuando quieras estar presente destacando lo mejor del otro.</p><p>Cuando necesites que el mundo conozca lo que los demás hicieron por ti</p><p>Cuando estés convencido que la presencia de los demás es una suerte en tu vida.</p><p><br /></p><p><b><u>¿Y cuándo es Navidad?</u></b></p><p><br /></p><p>Cada vez que necesites piropear desde lo más escondido del alma, ahí estará la Navidad para recibir tu piropo.</p><p><br /></p><p>Tu amigo, que nunca te falla, te desea una feliz Navidad, antes o después del 25 de diciembre de este año, ese día en que hayas lanzado tu primer piropo, porque ahí habrás vuelto a nacer.</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Juan</p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-83569058435751717642020-09-22T16:45:00.002-07:002020-09-22T16:45:48.550-07:00CIEN DÍAS Y ALGUNOS MÁS<br />
Acostumbramos a creer cuando han transcurrido los primeros 100 días en la vida de quien prometió introducir cambios, hacer modificaciones oportunas y tomar las primeras decisiones para lograr levantar las alfombras, hurgar en los cajones y recoger inquietudes.<div><br /></div><div>Después de esto nos exigimos mayores esfuerzos y pedimos más compromisos, arrancamos tímidos aplausos por considerar que ese es el camino y regalamos algunos días más para esperar mucho más de lo prometido, condicionando con ello un cambio en el estilo de vida.</div><div><br /></div><div>Arrinconamos nuestra propuesta en una esquina y quedamos pendientes de valorar lo que se nos da, por enfocar los esfuerzos en lograr cambios, cuyo denominador común sea el bienestar de todos, sin beneficios particulares para unos pocos.</div><div><br /></div><div>La suma de todos los efectos provocados por movimientos desorganizados será siempre negativa, pero el producto del esfuerzo conjunto, mantenido en la visión de un equipo, que orienta sus pasos con objetivos prefijados, redundará siempre en la seguridad y confianza de quienes dependerán de sus decisiones.</div><div><br /></div><div>Están haciendo falta algunos días más, muchos más de otros 100, para estar seguros del desconocimiento de la realidad y la negación a aceptar los condicionantes que vivimos, de la opacidad que cubre la mascarilla y de las protestas de grupos poblaciones que, mirándose al interior del bolsillo y a la cara de sus hijos, estudian a diario la incertidumbre del futuro y siguen reclamando derechos que no se cubren con palabras.</div><div><br /></div><div>Amanece y ya no hablamos del día que ha pasado, sino de la oportunidad que se sigue perdiendo, porque los mismos problemas se hacen añejos y las soluciones aparentes siguen en remojo.</div><div><br /></div><div>Recorremos el interior de las personas con miradas de atención plena y descubrimos la anarquía de deseos que los invaden, apelmazados en órganos internos que han creado un callo frente a los consejos improvisados y las alertas sacadas de la chistera.</div><div><br /></div><div>Removemos en las calles que barremos y la basura nos intoxica y amedrenta. por eso caen tormentas y sana el agua de lluvia que se rocía sin cuotas preestablecidas y el suelo mojado luego evaporará las inmundicias que quedaron escritas.</div><div><br /></div><div>Al levantar las alfombras se desprenderá un olor a conveniencia pactada y desaires acordados, por lo que se nos atasca la respiración y se ahogará, poco a poco, nuestro deseo de aire puro.</div><div><br /></div><div>Es bueno esperar, pero mucho más de lo anunciado en los primeros 100 días, porque ese es el juego que tiene el cerrojo de las puertas que abren el mundo de lo políticamente incorrecto.</div><div><br /></div><div>Tu amigo, que nunca te falla</div><div><br /></div><div><br /></div><div>JUAN<br />
<br />
<br /></div>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-70366211910369307332020-09-04T19:23:00.001-07:002020-09-04T19:23:24.168-07:00EL CAOS DE LA INCOHERENCIA<p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;">Vivimos esperando no enfermarnos cuando salimos a la calle y esperamos ser los primeros elegidos para vacunarnos, cuando vemos la televisión; sopesamos los estornudos con la esperanza de un resfriado común y rezamos antes de visitar a la familia.</p><p style="text-align: justify;">No somos capaces de orientar nuestros pasos en el mejor sentido. Hablamos por encima del otro, creyendo llevar la razón en todo y no somos capaces de vislumbrar un futuro cercano y prometedor, porque nuestro interior tampoco estaría preparado para ello.</p><p style="text-align: justify;">Se generan cambios en las relaciones humanas y, en lugar de luchar para cambiar esta realidad, terminamos acostumbrándonos y dejamos en manos de otros nuestro propio destino, como si de nosotros tampoco dependiera el futuro de los demás. </p><p style="text-align: justify;">Respiramos sin saber si esa ruta también fue tomada por el coronavirus, los pacientes piden atención presencial porque necesitan sentir la voz y la mano del médico cerca de sus cuerpos, se retrasan las cirugías por miedo a la contaminación y nos encerramos en un mundo lleno de contradicciones, como si la verdad no tuviese la oportunidad de encontrarse con la mentira.</p><p style="text-align: justify;">La gente desvía la atención a las decisiones de los famosos, tan irrelevantes como nimias, pero se prefiere estar pendiente de la vida de los demás que adornar la propia con mejores propuestas de vida.</p><p style="text-align: justify;">Ya queremos dar por terminado el año, esperando que los políticos se hayan puesto de acuerdo por nosotros, que los investigadores sigan ofreciendo vacunas al mejor postor, que los líderes de opinión opinen por nosotros y luego reflejamos en los medios que hemos de agradecer a la vida porque nos permite ser libres.</p><p style="text-align: justify;">Reímos por dentro, mientras lloramos por fuera. Nos enfadamos de cara al ´público, porque es necesario aparentar antes que intervenir, buscamos los mismos aplausos que hagan grande nuestro ego y luchamos por convencer a todos que estamos haciendo todo, cuando la verdad es que no sabemos por dónde empezar.</p><p style="text-align: justify;">Nadie se confiesa ante los suyos, porque es vergonzoso reconocer que se vive en la apatía constante y miramos para otro lado, pretendiendo intervenir para poner orden donde no te llamaban, con el único propósito de aparentar que eres útil para una sociedad en la que te has mantenido al margen de lo más necesario.</p><p style="text-align: justify;">Criticamos a quien no lleva la mascarilla y señalamos si la distancia interpersonal no es la correcta. Hablamos lo necesario y nos movilizamos lo prudente. Sentimos dolor por quien sufre, como lo hacíamos antes, pero no acostumbramos a sentir pena por nuestros propios sentimientos.</p><p style="text-align: justify;">Blindamos todo para evitar el contacto pero seguimos tropezando con la misma piedra y convenciéndonos de que no es tan necesario otorgarle un valor al voto, para que dentro de cuatro años estemos sufriendo con las oportunidades perdidas y se quejarán más quienes precisan cambiar de camiseta, ya que usufructuaron de la anterior hasta lo injusto.</p><p style="text-align: justify;">Aceptamos la sociedad como poco revolucionaria y muy oportunista, pero las oportunidades se las dejamos a los de siempre, a quienes van a extraer el jugo necesario para vivir bien a costa de los demás.</p><p style="text-align: justify;">Enseñamos a nuestros hijos que deben ser prudentes, pero no críticos. Creemos que la sinceridad es señalar con disimulo, sin comprometerse y que la verdad está para que quienes desean comprometer su vida lo hagan y nosotros observaremos, para luego hacer una crónica de lo que ocurra.</p><p style="text-align: justify;">La vida está para mejorarla y las palabras para aprender a usarlas, los verbos están ahí y sólo hace falta colocarlos en el orden justo.</p><p style="text-align: justify;">Evitemos el caos de la incoherencia con un mayor compromiso social y personal.</p><p style="text-align: justify;">Tu amigo, que nunca te falla</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Juan</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-35774390482039451282020-06-06T19:31:00.003-07:002020-06-06T19:31:25.578-07:00¿Es correcto hablar de nueva normalidad?<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;">Si queremos que todo siga como antes,
con normas que dicten nuestro quehacer diario, copiando lo que fuimos y no
proponiéndonos aprender a ser diferentes, tenemos que pensar en la "nueva
normalidad". Es un modo de apelar a la misma realidad de antes, en un
contexto nuevo de adaptación a las circunstancias derivadas de una situación
excepcional.</span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;">Ahora bien, si lo que queremos es
construir una realidad distinta, donde nosotros seamos los protagonistas de
nuestras acciones, en libertad, sin condiciones ni regulaciones
preestablecidas, más allá de la necesidad de darnos unas pinceladas de
conciencia preventiva y sentido del bien común, tenemos que entablar una
conversación en la que el tema nuclear de diálogo sea la "normalidad
nueva".</span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;">¿Quieres viajar hacia un modelo de
sociedad con participación activa y real en la construcción de tus entornos y
realidades o deseas trasladar el pasado, con las ataduras sociales, a la nueva
realidad que se nos avecina?</span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;">Aceptar una u otra opción depende, en
última instancia, del concepto de libertad que tengas. Puedes creer que eres
libre si, dentro de un esquema, tienes espacio para actuar, aunque estés
vigilado, no seas dueño de tu información y tus sentimientos sean utilizados
para programar tus compras, no seas dueño de tus relaciones, tengas que
responder a proyecciones o se pueda influir sobre tus actitudes.</span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;">Ahora bien, si una nueva conciencia
responsable se enamora de tí y tu solidaridad social es el nuevo carnet de
identidad, aprendes a educar en valores y procuras aprehender la realidad,
orientando tus pasos hacia un descubrimiento personal constante, es porque has
nacido a una "normalidad nueva", el bautismo que nos hará más
fuertes, resilientes, circulares, entusiastas y colaboradores en todos los
ambientes de nuestra cotidianeidad. </span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;">Se pierde la normalidad cuando hay
ausencia de cordura y se genera desconfianza en cualquier modelo, se
desprendieron efectos que no fueron contemplados o la insatisfacción con las
normas determina un derrumbe de principios y valores. </span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;">Alcanzar la "normalidad
nueva" es parte del contenido de nuestro próximo paso, con el que haremos
camino al andar, en palabras de D. Antonio Machado.</span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; vertical-align: baseline;">
<span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC; padding: 0cm;">Juan</span><span style="color: #292f45; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-EC;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-5693859124996851292020-05-24T09:17:00.004-07:002020-05-24T09:17:56.132-07:00CADA ETAPA ENCIERRA UNA LECCIÓN DE VIDA<br />
<div style="text-align: justify;">
Durante nuestra vida atravesamos diferentes momentos que nos dejan una marca o sellan una impronta y nos hemos acostumbrado a acogerlos y saludarlos, pero no los estudiamos par aprender del porqué llegaron y no pidieron permiso para quedarse entre nosotros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Vivimos enfrentados a nosotros mismos, discutimos hasta con nuestra sombra y nos levantamos sin ánimo de abrazar a los recuerdos porque los creemos parte de otra historia pasada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y es por esto que los momentos se repiten y las enseñanzas quedan flotando en el aire, esperando que alguien las inhale y pasen a nuestra sangre, para colorearla de otra lección de vida aprendida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No seremos mejores hasta que seamos capaces de detener nuestra marcha, mirar hacia abajo mientras nos sentamos en algún rincón y conversamos con el aire sobre lo que nos rodea y la improvisación, tan desmedida, de nuestra presencia en este planeta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los momentos, sin embargo, hay que analizarlos desde todas las esquinas y el mensaje que resulte debe ser parte de la enseñanza que seamos capaces de extraer, para bien o para mal. No podemos aprender de memoria lo que nos dicen ni consultar siempre la misma fuente para estar seguros de lo que explicamos a los demás.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Vivir es una experiencia viva, no podemos convertirnos en acumuladores de información ni autómatas en nuestros actos, porque entonces perdemos espacios de libertad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo tiene un objetivo, en la mayoría de casos comercial, pero hay que tener presente que las diferentes lecciones de la vida han sido preparadas por alguien con la sabiduría necesaria de un excelente pedagogo, el que quiere presentar una idea, a partir de un problema, para que sea analizada y discutida en todos sus puntos cardinales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y cuando eso no se hace surgen las sospechas y se lanzan teorías, solo porque también otros abrieron esa oportunidad. Nuestra tarea, para reconocernos como seres vivos, es integrar las experiencias que atravesemos, puntualizar los detalles que escuchemos y señalar los enfoques que se han de presentar, con el único propósito de extraer el verdadero jugo de la noticia, que siempre se transforma en vivencia, muchas veces trágica.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y si seguimos escuchando sin pensar, hablando sin comprender y viviendo sin sentir, estamos destinados al fracaso último de una extinción sin precedentes, porque la especie humana reconocerá que perdió la inteligencia de proponer, la oportunidad de cuidar y la sensibilidad por proteger.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tu amigo, que nunca te falla</div>
<br />
<br />
<br />
<br />
JUANJAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-43384390131615326582020-01-25T09:18:00.001-08:002020-01-25T09:18:31.442-08:00EL ARTE DE SABER ESTIRARSE<br />
<div style="text-align: justify;">
Pensamos que nos estiramos por la mañana temprano, después de un sueño reparador, porque es el único momento del día en el que precisamos decirle al mundo que estiramos las arrugas y nos desprendemos de los deseos de seguir durmiendo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, hay situaciones en las que también tenemos que aprender a estirarnos, porque precisamos reconocer esas otras arrugas que tenemos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hablamos de la tolerancia como un esfuerzo para soportar la impertinencia o la falta de control del tiempo de los demás, pues hay quien habla sin fin, quien no ha aprendido a comportarse ante los demás o quien mantiene la imprudencia de no saber estar, ahí y ahora, como merecía la ocasión, quien habla sin medir las consecuencias ni el alcance de las actitudes en los demás.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si fuésemos capaces de estirarnos y planchar la rabia que sentimos, el dolor que nos provocó un gesto malintencionado o la herida que abrió una palabra descuidada, las prisas que nos corroen por dentro al aguantar vidas sin horario prefijado o la incertidumbre que nos provocó esa persona que pareciese ser un "verso suelto", por lo extravagante, anómalo o transgresor de su comportamiento, estaríamos despegándonos de lo que nos mantiene atados al suelo sin disfrutar del encuentro.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hablamos de la solidaridad como una actitud a favor de integrarnos, a través de la comprensión y el apoyo, para unirnos a una causa que creemos justa o apiñarnos alrededor de una necesidad que empieza a ser sentida en nuestros corazones.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ser solidarios, sin embargo, exige dedicar tiempo y compartir experiencias, apoyar cuando nadie desea hacerlo y defender lo que aún no conocemos del otro, unirnos a una causa sin conocer los intereses de los demás y participar de las soledades de los demás. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo ello requiere aprender a estirarse para eliminar los prejuicios y los proyectos rígidos, despojarse de las metas prefijadas y olvidarse de la sensatez sin compromiso; así se va haciendo camino al andar y aprenderemos de los demás y otros, sin conocerlos, aprenderán de nuestras actitudes solidarias.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hablamos de la paciencia como una reflexión que nos obliga a mantener un compás de espera por una solución, viable o no, a una situación dada y ello implica aprender a analizar todas las esquinas de los problemas y las vicisitudes, tranquilizar los impulsos y los arrebatos, saber seleccionar mejor las palabras que no sean dardos y obligarnos a ir a la universidad de la vida para aprender a respirar ante los contratiempos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ser pacientes implica esperar a que pase la tormenta, sostener mientras duran los embates desafectivos y las distancias penosas, las despedidas sentimentales y el adiós definitivo, hasta que se resuelve un dictamen o la verdad aflora.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y todo ello, asimismo, pecisa de un conocimiento mejor de uno mismo, de un aprendizaje del auto-control y del manejo consciente de todas las ópticas posibles, sin perder una mínima carga de esperanza ni la dosis justa para disfrutar de una salud mental adecuada, tener presente que debemos estirarnos para desprendernos de juicios anticipados y falsas noticias sobre los demás.</div>
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<br /></div>
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Por todo esto y, por mucho más, es importante aprender a estirarse todos los días.</div>
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<br /></div>
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Tu amigo, que nunca te falla</div>
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<br /></div>
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JUAN</div>
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JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-22226494966100427722019-12-30T19:21:00.000-08:002019-12-30T19:21:13.024-08:00MI TABLA DE LOS MANDAMIENTOS<br />
<div style="text-align: justify;">
Nacerás, crecerás y estudiarás para ser mejor cada día, creando una estela personal y profesional que merezca ser copiada y disfrutarás de las oportunidades sin robar los derechos naturales ni adquiridos de los demás, cobijado en la paz que tienes que promocionar y alentar, demostrando la capacidad necesaria para superarte en el día a día, llegando a enseñar a tu maestro las verdades que no te quiso, o pudo, enseñar.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Buscarás los espacios públicos para crecer, donde todos tengan las mismas oportunidades, alejándote de las recomendaciones y los engaños, los atajos y las pendientes, porque tu personalidad tendrá que ser real y lógica, prudente y sabia, de tal suerte que puedas hablar con tus hijos de lo entrañable de llegar a ser un ciudadano del mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Investigarás el derecho de ser igual a los demás, como la fórmula necesaria para convivir, sin animar la subida de impuestos ni la bajada de opciones, contribuyendo siempre a estrechar las manos distantes y a aproximar las miradas divergentes, acercando pasos y entremezclando rutas, como la única manera de caminar en el mismo mundo, encontrándose en todos los senderos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aprenderás a hablar con la naturaleza para que puedan rectificarte el piar de los pájaros y el aroma del monte, lavándote tus impurezas el rocío de la mañana y salpicando la savia que brota hasta tu camisa, para que eches frutos lo más pronto posible.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Terminarás siendo parte de los padres biológicos, de acogida, del corazón o emprestados, pero nunca dejarás de formar parte de este ejército de seres humanos que necesita el mundo para que los hijos modulen nuestras voces.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hablarás de lo que queda por vivir y no de lo vivido, porque la historia deberá ser la primera asignatura que todos aprenderán a tachar si no rellenó vacíos y, con ello, callarás lo que nunca hiciste.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Dormirás aprendiendo a soñar con cambiar las circunstancias y no a vivir con lo que el día te regaló, porque otros esperan a que les hagas parte de tu proyecto, con lo que vas a necesitar movilizarte para llegar a ser y dejarás de dormir por lo que otros te permitieron ser, sin merecerlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Trabajarás lo necesario para realizarte, sin procurar el abandono de las manos que te enseñaron ni las tetas que te amamantaron, utilizando el beneficio para sentir la paz del esfuerzo suficiente y el anhelo de cumplir lo prometido. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Vivirás tratando a las personas como iguales y no como aparentes desconocidos, porque todos traemos el mismo pan, bajo el mismo brazo, cuando venimos o cuando nos vamos de este mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nunca tendrás en cuenta el dolor de la familia, el color de la camisa, la posición laboral, el orgullo engendrado o las miserias acumuladas, los pecados cometidos, la soberbia hecha carne ni las grandezas amontonadas para evaluar a otro ser humano, si antes no estudiaste las circunstancias que le rodearon, los vacíos que le alimentaron, la discriminación que le vistió ni los asedios a los que le sometieron. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tu amigo, que nunca te falla</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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JUAN </div>
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<br /></div>
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<br />JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-29366167303777087412019-12-19T07:47:00.004-08:002019-12-19T07:57:08.464-08:00EL ROSTRO DE LA NAVIDAD<br />
<div style="text-align: justify;">
La calle nos recibe cada día y nos abraza entrañablemente, dirige nuestros pasos y nos habla desde las esquinas, encierra nuestros pesares para que no se nos noten en la cara y ventila nuestros deseos con la frescura que desprenden los parques que arropan la miseria de una contaminación que nos arrincona.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todos esperamos que tengamos suerte en cada mañana, que las tardes sean propicias par alcanzar nuestros propósitos y que los sueños que adornen nuestras noches se hagan realidad, si son maravillosos y que los olvidemos pronto si nos recuerdan nuestras hipocresías.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Creemos que la Navidad, cargada de escaparates, luces y arboles, sólo se hace presente cuando regalamos lo indispensable o cambiamos nuestra forma de ser, por unos días, como si estos días fuesen amorfos y sólo dependiesen de nosotros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La Navidad, que es parte de cada año de nuestras vidas, es tan necesaria porque nos ayuda a renacer y para ello hay que encontrarle el sentido verdadero. Y, después de mucho pensar, he llegado a la conclusión de que la Navidad tiene sentido cuando le vemos el rostro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y dónde está ese rostro?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando procuramos hacer algo desde el corazón, sin otro interés que servir y ese alguien nos devuelve una sonrisa que no obliga a nada, ahí está el rostro de cada Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando hacemos algo como profesionales, sin buscar el aplauso ni la vanagloria, encontrando el bienestar que siente ese ser humano enfermo, sellando con un abrazo su encuentro con un mundo nuevo, es cuando encuentro el rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando encontramos que alguien desea seguir nuestra estela de esfuerzo, con la única propuesta de que otros le puedan seguir más tarde, copiando nuestra humildad, que a veces tanto cuesta, es porque ahí está el rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando un hijo (o una hija) hace un sacrificio por cambiar un deseo por una presencia, hablando con las miradas y las lágrimas, propias de un reencuentro desde el alma, es porque ahí está el rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando somos capaces de transformar el aguinaldo material por una oferta de entrega "¿qué puedo hacer por ti?", es porque ahí se dibuja el rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando eres capaz de agradecer el esfuerzo que los demás hacen por ti es porque ahí está el rostro verdadero de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando sales a la calle con el único propósito de escuchar y dar fuerza a los demás, sin esperar el salario por lo que hiciste y luego te dicen que fue el mejor momento que algunos seres humanos tuvieron en muchos años, ese que pasaron cogiéndote la mano y hablando de sus miserias, es porque has visto el rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando eres capaz de comparar tu pesebre y el de los demás y lloras, porque reconoces que todos los pesebres tienen que ser iguales, es porque le has puesto rostro a la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando haces una llamada telefónica para pedir perdón por todo lo que hiciste en tu vida, estés donde estés, pagando o no tu pena, es porque estás mirando el rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando miras a un extraño, en tu propia tierra, lo aceptas porque necesita aceptación antes que limosna y le ayudas a superar sus limitantes desde la verdad de tu aparente visión del mundo, es porque tienes por amigo al rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando te sientes feliz con que se siente a tu lado cualquier ser humano y sientes la paz interior de compartir dos asientos contiguos sin pudor ni verguenza, indiferencia ni distancias, es porque te has sentado junto al rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando ves a tus hijos jugar con todos por igual y disfrutan de la niñez sin clases, es porque le has enseñado el rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando te acuestas en tu pesebre y sueñas en contribuir a decir las verdades que contribuyan a que otros vivan mejor, porque otros se motiven a hacer mejor su tarea como representantes, es porque tu sueño es el rostro de la Navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si haces tu trabajo desde la convicción del servicio, sin pensar en los honorarios, es porque tu profesión te permite ver el rostro de la Navidad en cada encuentro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, ese rostro hay que encontrarlo en la calle y en los hogares invisibles, en los no-contactados y en los condenados, en las vecindades más próximas y en los olvidados, en los estigmatizados y en quienes duermen en otros pesebres, en los marcados y en los abandonados.<br />
<br />
Estoy seguro, de eso no tengo duda, que el rostro de la Navidad nunca lo encontraré en el escaparate ni en la mega tienda, en los alumbrados ni en las noches de villancicos y disfraces, en las cabalgatas ni en los nacimientos de figuras borondas que se montan en las iglesias, en las noticias vacías que nos enseñan las diferencias que siguen existiendo, porque somos inmunes a lo que pasa en las otras esquinas del mundo ni a las decisiones que no miden el alcance de sus palabras vacías.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y nunca olvides que el rostro de la Navidad es siempre el mismo, vayas donde vayas, porque es ese segundo que te hace renacer a la vida, con sus ojos, boca, cejas, nariz y arrugas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tu amigo, que nunca te falla, espera -desde el corazón- que el encuentres el rostro a tu propia Navidad y empezarás el año renovado a la vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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Juan</div>
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<br /></div>
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JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-62224245498431175212019-12-13T08:51:00.000-08:002019-12-13T08:51:16.293-08:00LA NAVIDAD DE LA CALLE<br />
<div style="text-align: justify;">
Estamos cercanos a la Navidad, ese periodo de tiempo en el que nos volvemos más religiosos, sin haberlo sido durante todo el año que ya termina y nos cargamos de muy buenas intenciones, aunque el corazón no esté arrepentido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Seguimos acumulando, año tras año, un déficit comercial con nuestro propio enriquecimiento personal, pues somos más pobres en grandezas interiores y menos afortunados en encuentros familiares, nos hemos distanciado de la verdad, como propuesta de vida y nos movemos con el vaivén de las apuestas en las que nos mantenemos al margen.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entendemos la Navidad como un escaparate para mostrar nuestra generosidad, aprovechando cualquier tarima donde se reciban aportes para causas justas y nos apuntamos para mostrar al mundo nuestro desprendimiento, aunque en realidad son sobras que regalamos para ocultar la carga de improvisaciones con las que nos vestimos a diario.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nos golpeamos el pecho, como potenciales arrepentidos, porque hemos ensayado el gesto hasta la saciedad, aunque en nuestros actos impulsivos se noten los arrebatos de indiferencia y la inseguridad de nuestros apoyos, todos dependiendo del interés que generen en nuestras cuentas corrientes de moral absurda y caduca.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Asumimos que tenemos que renacer, a las puertas del próximo año, ya que ese es el mensaje implícito de la Navidad, con más riquezas y fortalezas, ya que de ello dependerá nuestro posible éxito para el año venidero, aunque muy al margen de las necesidades de los demás y sin tener en cuenta las esperanzas muertas de cuantos nos reclaman a diario.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Seguimos sin dar respuestas en las grandes cumbres, resumimos los mandamientos en un sólo deber, orientado a hacer por los demás lo que no comprometa nuestros intereses y, entre los derechos, ubicamos en primer lugar el respeto irrestricto a nuestra forma de pensar, promoviendo el diálogo si se sustenta -con creces- en nuestra apreciación del universo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No vemos la carga de palabras de maltrato que alberga la calle, al final del día, las miradas de odio que quedaron opacadas por las esquinas, los desaires de quienes se creen dueños de las aceras, las voces de auxilio de los edificios que buscan inquilinos, con carnet de ciudadanos, las balas que siguen acribillando a nuestra vista y paciencia, los mítines que albergan palabras de manipulación y los niños que siguen disfrutando de una vida de alquiler en sus propios juguetes, subidos a su caja de cartón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nos olvidamos que hay transeúntes que caminan más lento que los vehículos, que los pasos de cebra son una expresión viva del incivismo que manejamos y que los árboles nos aportan el oxígeno que precisamos para seguir viviendo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No nos creemos que los abuelos fueron nuestros profetas, que seguimos endeudados con quienes nos estrujan las posibilidades económicas que escondemos en la caja fuerte, que las grasas seguirán formando parte de la dieta mientras la vida no nos regale vitaminas y que las enfermedades nos siguen esperando en el primer cruce del camino.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero, a pesar de la Navidad de la calle, seguimos prestándole atención al juguete que debo regalar y a la cena laboral, a los Reyes que se van acercando y a las vacaciones que hay que equilibrar, a los ratos libres que tenemos un cierto derecho y a la inversión que se precisa para que sigamos creyendo que eso es navidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tu amigo, que nunca te falla</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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JUAN</div>
JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-332374480829928126.post-1676254459930935352019-12-01T13:38:00.001-08:002019-12-01T13:38:04.560-08:00BUSCA TU SEGUNDO PERDIDO<div style="text-align: justify;">
Nos levantamos y, casi tropezando, llegamos al cuarto de baño para mirarnos al espejo y lavarnos la cara, pues pretendemos arrastrar las lágrimas que se secaron y estirar las arrugas que dejó la almohada, sobre una cara que dormía despreocupada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desayunamos y balanceamos nuestros cuerpos, mientras nos cargamos de la gasolina para poder transitar por el escenario de la vida, haciendo lo que nos apetece o sobreponiéndonos a lo que nos exigen.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Descubrimos algo a lo que no le prestamos atención, pensando que es algo "raro" que tenía que pasar y sólo lo utilizamos como argumento para algún minuto de diálogo, resaltando la curiosidad de la vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nos enfadamos y agitamos, como si la vida se alimentase de esos instantes en los que ponemos a nuestro organismo en estado de alerta, discutiendo sobre lo efímero con la trascendencia de un acontecimiento que lo consideramos "sobresaliente".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, descuidamos nuestro estado de atención y olvidamos que vivimos para descubrir ese segundo, que se repite a diario, donde descubrimos lo que somos, nos impresionamos con nuestro gesto desprendido o nos impacta esa mirada maravillosa de un gato triste, aunque para todos los demás pase desapercibida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y ese segundo, que pudo haberse perdido, es el que te lanza a buscarte en un mundo desajustado y le pone nombre a tus huellas, te mantiene adherido al suelo y te descubre en tus vacíos y, sólo por eso, te ayuda a ser más grande, si cabe.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay muchos segundos que los cubrimos de prisas y olvidamos ese detalle que nos hizo girar la cabeza o reflexionar profundamente, porque el movimiento de nuestro cuerpo iba detrás de una tarea por cumplir y eso es lo que marcaba nuestra mañana y no el deseo de crecer como seres humanos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y cómo saber que es ese momento?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Simplemente porque nos sentimos impactados, renovados, sensibilizados. Muchos esperarán sentir una llamada del más allá o escuchar las voces de un mago, eternamente esperado, pero ahí no está el secreto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El secreto de ese segundo olvidado está en la flor que rozas y te deja su aroma, en la mano que te aprieta como nunca antes, en un agradecimiento por algo muy simple y lejano, en la mirada que te cautivó por el pesar que transportaba, en el roce que te supo a algo nunca saboreado, en la imagen en el espejo que descubriste algún rasgo que antes no notaste, en una llamada que te llegó a lo más hondo de tus entrañas o en el ruído de los quejidos de un ser con quien siempre fuiste indolente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El secreto de ese segundo está en el deseo de aplaudir un gesto, aunque te contuvieras para no llamar la atención, en la noticia que te destapó todos tus vicios y los acobardó por insulsos, en el secreto que debes mantener y no crees poder hacerlo, en la brisa que te trae el murmullo del bosque que pensabas que estaba en la otra esquina del mundo, en la imagen de un vientre hundido por el hambre en el que tú también participas y de la que también eres culpable.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El secreto de ese segundo está en el color que te cegó o el animal que te pidió una caricia, en el mensaje con el que te identificaste o la verdad que destapó tus mentiras, en la lluvia que te cogió desprevenido y te caló lo suficiente para desprenderte de ropajes y quedarte a sólas con tus apellidos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Gracias por sentir ese segundo, que nunca debe perderse. Tu amigo, que nunca te falla</div>
<br />
<br />
<br />
<br />
JUAN JAGPOPAhttp://www.blogger.com/profile/03638030511742034819noreply@blogger.com0