lunes, 1 de enero de 2018

PARA QUE NO TE OLVIDES



PARA QUE NO TE OLVIDES
Juan Aranda Gàmiz


Hoy quiero ser yo quien se acuerde de ti, ciudadano insensible que crees estar por encima de los demás y, sin embargo, eres como el polvo porque vienes del pueblo y a él te debes por siempre, jamás.

Quiero que en este año no te olvides cuando hablas sin pensar y prometes vivienda por doquier, como si la tensión en el mundo la calmara un montón de frases hechas y pretendieses, además, recibir un aplauso por una promesa sin sentido, al calor de una hoguera debajo de un puente o en el espacio reducido de un garaje, habilitado para dar cobijo.

Quiero que no te olvides cuando prometes paz y propicias la guerra, contribuyendo a que generaciones de infantes se formen en el odio y la disputa sin diálogo, porque ellos serán los que escribirán las leyes que nos permitirán envejecer sin soportes.

Quiero que este año no te olvides cuando quieras proponer equidad de género en las listas y te olvides de las políticas para la igualdad entre seres humanos, defendiendo los derechos de quienes aún se sienten salpicadas por la violencia de género o ven estupefactos, con ojos de niño, las crueldades de los adultos y sólo nos limitamos a establecer récords para la historia.

Quiero que este año no te olvides cuando te sientas arropado por la moral y luego encerrado o perseguido por la lujuria de una posición que debió ser de servicio y, más tarde, convertido en filón y por eso se te tiznó la cara de minero y dejaste de ser un líder verdadero.

Quiero que este año no te olvides cuando pretendas adoctrinar con la educación y no permitas la libertad de que los más jóvenes te critiquen en tus afanes desmedidos y obsoletos, con pretensiones de yugo y sumisión.

Quiero que este año, usurero del mundo, no te olvides cuando veas que las estadísticas vitales nos indiquen la cantidad de fallecimientos por causas no naturales y te sientas reflejado en las páginas de culpabilidad por haber impulsado conflictos bélicos, haber propiciado la compra de armas o violado los conciertos y acuerdos internacionales, haberte olvidado de las carreteras o de los desacuerdos encarcelados.

Quiero que este año no te olvides si no has puesto de tu parte para que se pueda caminar por la noche en las calles de tus pueblos y ciudades, si sólo un niño es raptado o condicionado y maltratado en sus derechos, si los abuelos se aburren de ser ancianos o las madres se cansan de parir con dolor y sin asistencia.

Quiero que este año no te olvides si eres elegido y no das la talla, si eres cuestionado y no rectificas a tiempo, si eres abandonado a tu suerte y no despiertas de tus sueños de grandeza, si dices mucho de lo que no haces o haces poco de lo que dices.

Quiero que este año no te olvides si la gente te sigue aplaudiendo por miedo y no por respeto, si los ríos se desbordan por temor a ser encauzados, si en las escuelas no pueden convivir miradas y religiones diferentes, si los embarazos siguen llegando cuando haya una pizca de deseo o el asesinato siga siendo una forma de comunicación social que intimide y acorrale, calle y determine.

Quiero que este año no te olvides si tu familia tiene más poder que la misma Naturaleza, si las decisiones son tomadas por impulsos y no por reflexión y si tus bolsillos siguen pesando más al terminar tu mandato que cuando empezaste.

Quiero que este año no te olvides si no has puesto en marcha un programa para medir cuánto reímos y no a quién votamos, o cuánto empleamos de nuestro tiempo libre y no dónde radica el centro del aburrimiento o si vamos a re-codificar el gen del envejecimiento.

Quiero que este año no te olvides si más gente tiene que salir de los países para investigar fuera de sus raíces y costumbres, si sigue habiendo familias excluidas e incomprendidas o si las cruces sólo deben estar en las iglesias.

Quiero que este año no te olvides si hay una sola persona sin diagnóstico o un solo abuelo sin rincón, si va a subir antes el premio de la lotería de “El Gordo de Navidad” que el salario básico o si, por fin, cada hurto deberá ser devuelto, multiplicado por 100.

Quiero que este año no te olvides que es una obligación cumplir con lo que alcanzan a recaudar los programas con fines sociales y que hay que darse una vuelta por el interior de las decisiones, vaya que queramos que llueva sobre mojado y luego nos quejemos de sequía en los huertos famélicos.

Quiero que este año no te olvides si quieres seguir siendo un político de trastienda y no un ciudadano del mundo que lleva su alma por bandera.

Desde la otra esquina del planeta, esperando que este año no te olvides


JUAN 

No hay comentarios:

Publicar un comentario