lunes, 30 de abril de 2018

YO ASPIRO A POCAS COSAS





Aspiro a no perder nunca la consciencia de mis actos y que así pueda responder por todo lo que haga o deje de hacer, por decisión propia o por recomendación de los demás.

Aspiro a no dejar de caminar porque siempre tengo una meta más allá de la meta más cercana y así nadie podrá detener mis pasos "en libertad".

Aspiro a no dejar de compartir esperanza y que cada cual la reciba en la medida de sus necesidades, porque es el mejor regalo que puede envolverse en un papel relleno de abrazos.

Aspiro a no dejarme convencer por una jubilación si mi alma está con la calma necesaria para seguir aportando en la vida de los demás, procurando no quedarme quieto para ver cómo pasa el tiempo a costa de los momentos vividos.

Aspiro a no dejar de ser yo mismo, muy a pesar de las borrascas y los anticiclones, los vaivenes que nos imprime el dinero ni la complacencia, porque debe seguir siendo el mejor pasaporte de cualquier ciudadano del mundo.

Aspiro a que algún día pueda llegar a entender el mensaje que nos den los animales, porque como animal llegaré a ser más humano si otro animal me lo susurra.

Aspiro a llevar encima lo indispensable para no alejarme del camino y que la sinceridad y la verdad sigan siendo mis mejores consejeros en la ruta.

Aspiro a conocer a tantas personas como pueda para no considerarme diferente y que los momentos se sigan enriqueciendo con saludos errantes.

Aspiro a seguir creyendo en las miradas, porque son la expresión más pura del alma.

Aspiro a no ser dependiente de mi imagen en el espejo, a pesar de su capacidad de conocerme por dentro, porque la espontaneidad sensata y respetuosa es el mejor traje con el que nos podemos vestir a diario, sin olvidarnos de los consejos que recibimos al mirarnos.

Aspiro a ser el mejor agricultor de las emociones, cultivando aquellas que sepan a apoyo.

Aspiro a alejarme por siempre de los aplausos huecos, porque buscan atraer una atención que no puede ser compartida.

Aspiro a regalar lo único que pueda hacer con lo que la vida me regaló, escribiendo para que se pueda leer y diciendo para que se pueda escuchar.

Aspiro a seguir mirando por dentro, donde está la esencia de lo que da sombra por fuera.

Aspiro a aplaudir lo suficiente, si construye igualdades.

Aspiro a recordar a quienes nunca se olvidaron de los demás y lucharon por cambiar la dirección de algunos pasos.

Aspiro a tener siempre hechas las maletas.

Tu amigo, que nunca te falla





JUAN

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