sábado, 25 de abril de 2015

HOY ES SIEMPRE TODAVÍA

Hoy es siempre todavía porque he aprendido la bondad que brota de un corazón noble y me ha llegado el mensaje de un ser humano cargado de vida y de verdad.

Hoy es siempre todavía porque sin llegar la madrugada he vuelto a sentir el amanecer porque otro ser humano, tan vivo como real, me ha insinuado que se puede estar despierto mientras se duerme si los corazones viven iluminados de esperanza.

Hoy es siempre todavía porque he tenido la suerte de escuchar una lección que sabía que tenía que irrumpir en la carretera de la vida, en ese mapa donde solo se dibujan las vías principales y, en tono más bajo, las secundarias y terciarias.

Hoy es siempre todavía porque saboreé el jugo existencial y siempre agradeceré a la vida que me permitiera ver más allá del horizonte, donde la luz nos transmite paz y las llamas de la tarde nos acercan más y permiten que podamos tocar el cielo desde la misma tierra.

Hoy es siempre todavía porque supe que estaba de pie y que no me iba a tambalear después de escuchar las palabras que llegan a lo más hondo del corazón, donde el intérprete oculto que nos anima a traducir las actitudes de los demás se sintió conmovido con al entereza de las frases más íntegras y reconfortantes de un alma que llegó al mundo para beneplácito de todos los que queremos ser mejores para renacer desde el interior de una vida entregada al devenir de los tiempos.

Hoy es siempre todavía porque nos percatamos de que los demás son más necesarios que importantes y más cercanos que fieles, más entroncados en nuestra propia razón de ser que conflictivos y, siempre, más presentes que ausentes.

Hoy es siempre todavía porque hay que aceptar que somos parte de lo que nunca soñamos y, por eso mismo, nos encontramos transformados con cada experiencia de vida sin haber abandonado el camino y continuamos soñando en que descubriremos la tolerancia en la mirada de los demás.

Hoy es siempre todavía porque seguimos confiando en que el mundo nos demuestre que los detalles de ortografía en la vida de los demás dieron sentido a las frases de mayor dureza de carácter y por eso nos sentiremos orgullosos de lo entregado y regalado, de lo razonable y lo verdaderamente superfluo.

Hoy es siempre todavía porque alguien llegó con calma y caló hondo en el corazón dormido, queriendo despertar a la vida un sentimiento de humildad y sencillez por lo cotidiano, expresado como algo tan verosímil como impactante.

Hoy es siempre todavía porque respiré perdón y no sabía si iba a llegar en ese momento, aunque la voz firme de quien animó el momento con sabiduría y respaldo me tendría que ayudar a sopesar la elegancia del trato y la calma de un tesón que sabía a verbo lleno de amor. 

Hoy es siempre todavía porque no podía ver la explicación tan objetiva de un cuerpo en desarrollo y ya comprendía la voz interna de un mensaje escrito con fe y amor, al mismo tiempo.

Hoy es siempre todavía porque entendí que el ejemplo no precisa de imágenes sino de actitudes y que no se puede jugar a querer ser más allá de lo que debemos estar presentes.

Hoy es siempre todavía porque nunca pasará un minuto sin que recuerde este momento y me ayudará a seguir creciendo cuando se pasó la mitad de mi recorrido en este mundo.

Hoy es siempre todavía y por eso jamás renunciaré a citar al destino en un rincón, donde se solventarán las dudas y se reconciliarán las inquietudes, en ese espacio dispuesto para pensar en nosotros mismos y los demás, con la necesaria presencia de una sombra que nos obliga a reflexionar sobre los objetivos y estrategias que dan sentido a nuestra vida.

Hoy es siempre todavía porque fuimos incapaces de sufrir tanto y nos creemos mártires desposeídos, aún cuando otros nos demuestren que entre sus avatares diarios han sido capaces de superar y sacrificarse, sufrir y entregarse de la manera más altruista que pueda ser concebida.

Hoy es siempre todavía porque me conozco más a partir de una paciente escucha y me descubro en mis silencios, como si una respuesta sellara la constitución de una vida entera, construida en ese mismo instante.

Hoy es siempre todavía porque apareció la luz en mitad de la noche y el horizonte se pudo ver sin obscuridad, cuando nadie llamaba y sin embargo llegó, cuando todos dormían y yo despertaba.

Hoy es siempre todavía porque llegaste tú.

Tu amigo, que nunca te falla


JUAN

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