domingo, 12 de abril de 2015

¿ES BUENO TENER DUDAS?

A veces me pregunto si tiene sentido tener alguna duda y al final salgo convencido que "sí", porque a partir de la duda surgen los planteamientos y de estos las preguntas y por una pregunta arranca una investigación de cualquier acontecimiento, en el día a día.

No debemos ni podemos creer que todo está dado y que hemos de aceptarlo tal cual, porque somos seres humanos racionales y críticos, por lo que cualquier situación nos puede generar una duda, como base del conocimiento que se ha de alcanzar y que será, en muchas ocasiones, un aporte importante para la Ciencia.

Hay que ser lo suficientemente oportuno para generarse dudas sobre todo lo que nos rodea y así considerarse parte del entorno que rodea a la sociedad de la que somos parte, pues nuestra explicación razonada puede apoyar a cualquier otro a buscar alternativas de solución a sus propios interrogantes, adoptando nuestra metodología y nuestros descubrimientos.

No entiendo la vida sino como un continuo juego de dudas y respuestas, las que se verán convertidas en evidencia al considerar que hay un nexo entre el planteamiento y los resultados, de tal suerte que si vemos que una pregunta puede generar una alteración del equilibrio de todo lo que está dado y lo consideramos con un grado de entropía suficiente como para que se acepte nuestra intromisión, la respuesta puede devolver la armonía necesaria al entorno y se podrá entender mejor aún a la misma vida y sus condicionantes, internos y externos.

Pero no podemos ser nosotros los únicos que propongamos planteamientos para descubrirnos sino que hemos de considerarnos una parte esencial del ambiente que rodea a muchos otros, cada cual con sus propias dudas y algunas de ellas van a alternar nuestro propio equilibrio de relación entre nosotros y lo ya aceptado, por lo que el desequilibrio que genere nos ayudará a solucionar vacíos y barreras para crecer interiormente y en nuestra relación con el otro.

Es imposible aceptarlo todo y tener miedo a plantear dudas por el pudor de levantar envidias o malestar en cualquier micro-ambiente donde desarrollemos parte de nuestra vida diaria, ya que mantener esa tonalidad de incredulidad no nos hace más grandes ni más racionales.

Cuando hacemos una pregunta nos percatamos si el receptor de nuestro mensaje ya se la hizo antes o si está desprevenido porque no esperaba esa actitud de nuestra parte y en el juego generado por este mensaje está la base fundamental del diálogo que hemos de mantener con todos los actores sociales para darle vida a la sociedad en la que vivimos.

Muchas personas reclaman una explicación para justificar el deber al que están sometidos o el reclamo para el derecho que no se respeta, por lo que hay que empezar por generar dudas sobre tus propios deberes, para conocer si son tantos y si los cumples todos, aunque al mismo tiempo también se deben generar dudas sobre tus propios derechos y reconocer si los disfrutas todos los que la sociedad te permite tener como alcance.

Alguien podría decirte, en un momento de rabia:

                   Y ¿por qué tienes tantas dudas, si ya deberías saber que eso no genera dudas?

Pero, la verdad es que nunca ha generado dudas por cuanto nadie se lo preguntó, nadie lo planteó o quizás nadie lo vió, ya que la duda es implícita a la realidad de los hechos, dependiendo de la capacidad de observación y análisis, motivos fundamentales para desarrollar nuestra visión del mundo, en continuo cambio.

La timidez vital no nos conduce a buen puerto, pues lo importante es generar dudas hasta de la propia duda, ya que todo está en continuo cambio y sólo se alcanzará la verdad cuando se haya trabajado un planteamiento detrás de otro, en busca del detalle o la materia, la apariencia o la esencia, la actitud o el proceso, pues siempre nos estará esperando el misterio de descubrir que estamos vivos porque tenemos las dudas necesarias para seguir buscando respuestas a nuestra propia existencia.

Los niños preguntan para acomodarse a un mundo de adultos y los adultos mayores se hacen preguntas para aprender a vivir en un mundo que, en apariencia, dejó de pertenecerles, las amas de casa tienen dudas sobre su rol y los padres se generan dudas sobre el rol que deben aprender en la Universidad de la vida, el embrión debe generar dudas sobre su futuro inmediato en el momento del parto y el escolar tiene sus dudas sobre si algún día llegará a ser adulto, el enamorado tendrá siempre dudas sobre la aceptación por quien espera una declaración que no quiere aceptar que llegue pronto y la partida de un ser querido nos genera dudas sobre la vida misma.

La moneda de cambio me genera dudas y el juego de los mercados también, las diferencias entre los seres humanos es mi mayor duda existencial y la capacidad de decir lo que nunca se hace también. Tengo dudas de los colores y del sonido, me genera dudas si el viento habla o por qué nos esforzamos en esperar que la vida nos sonría, en lugar de sonreírle primero, 

Me genera dudas la capacidad de aceptación y resignación del ser humano, el silencio y el hambre, el dolor que no puede compartirse y la extrañeza del marginado, los mensajes que han de traer las gotas de lluvia y si las sombras se comunican con nosotros, el sentido de las murallas que separan y los motivos para procurar que otros pierdan sus segundos de libertad.

Y a ti... ¿Te parece que es bueno tener dudas?

Tu amigo que nunca te falla

JUAN


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